Ibercaja reorganiza la cúpula directiva tras la salida de Pizarro y prima la expansión
Una vez hecho el traspaso de poderes en Ibercaja el pasado 30 de mayo, con la salida de Manuel Pizarro (presidente de Endesa) de la presidencia de la caja y el ascenso del entonces director general Amado Franco, el consejo de la entidad aprobó ayer la renovación de su equipo directivo.
El objetivo de esta reestructuración es, según la propia entidad, impulsar 'un nuevo crecimiento' y completar la implantación territorial.
El nuevo director general, José Luis Aguirre (nombrado el pasado día 30) informó ayer al consejo, en la primera reunión tras la salida de Pizarro, de las líneas estratégicas de negocio. Para consolidar la expansión, Aguirre planteó incrementar la presencia en las zonas donde tiene mayor peso (Aragón, La Rioja y Guadalajara) y seguir creciendo en Madrid para mantenerse como tercera caja en esta comunidad. Ibercaja busca, asimismo, mantener el negocio de hipotecas, pero abrirse más a financiación al consumo y a pymes.
La nueva estructura de la cúpula ratifica las tres direcciones generales adjuntas (financiera, control y secretaría general) y crea cuatro nuevas direcciones acordes a las principales líneas de negocio: grupo financiero, capitales, marketing y participadas. Se unen a las de oficinas, recursos humanos, sistemas y desarrollo de organización. Se reducen niveles y se apuesta por profesionales de la caja.