Sáez Merino prepara una reconversión para frenar la caída de ventas y beneficios
La firma textil valenciana Sáez Merino, que fabrica y comercializa las marcas Lois, Caroche, Cimarron y Caster, está estudiando una reconversión de la estructura del grupo que ponga freno a la caída de ventas y, sobre todo, de beneficios que arrastra en los dos últimos ejercicios.
Aunque la sociedad no quiso ayer facilitar los resultados de 2003, ya en 2002 registró una caída del 30,7% hasta los 9,1 millones de euros, y un descenso de las ventas de 11%. Fuentes no oficiales fijan los beneficios del pasado año sobre los 2,4 millones de euros, lo que supondría una caída del 73,63%.
La pérdida de rentabilidad es clave en el plan de Sáez Merino, ya que la caída del resultado neto es notablemente superior a la de las ventas. Esta situación obedece a que la empresa sigue fabricando mayoritariamente toda su producción en sus plantas de Valencia.
Con este escenario, el grupo textil anunció que el plan de reorientación de su estrategia pasa por el mercado y el área industrial. 'El objetivo es buscar vías que permitan a la compañía paliar los efectos que la actual coyuntura', explicó ayer la compañía. Entre las medidas estaría fabricar fuera de España, lo que acarrearía el cierre de alguna planta y unos 400 despidos.