Algo de lucidez en los mercados
Noticia. Alan Greenspan ha pronunciado una obviedad y los mercados no se han rasgado las vestiduras como acostumbran. O la Bolsa de repente ha recuperado el sentido o ya ha asumido las subidas de tipos de interés. O las dos cosas.
En cualquier caso, ayer el presidente de la Reserva Federal repitió su papel de Perogrullo al afirmar que combatiría la inflación con los medios a su alcance, y que el ritmo al que se retire la política monetaria acomodaticia está todavía por decidir. En resumen, el presidente de la Reserva Federal dijo que va a hacer su trabajo, como si un albañil señalase solemenemente su disposición a encofrar 'lo que haga falta'.
Porque, precisamente, la tarea de Greenspan es medir los riesgos inflacionistas y deflacionistas para ajustar los tipos de interés. Cualquier otra postura sería contraria a su mandato legal. Pero los mercados financieros están tan acostumbrados -y algo de culpa en esto tiene el propio Greenspan- a mensajes totalmente vacíos de contenido que cuando oyen algo que se salga mínimamente de lo que ellos piensan que es el guión, se alteran.
No fue así ayer. La Bolsa no reaccionó ante algo que no era una noticia, algo que viene a demostrar que el mercado ya ha asumido el alza de los tipos de interés en EE UU. Esta razonable asunción ha mitigado la sensibilidad de la renta variable ante las perspectivas de movimientos en la política monetaria. Y, por lo tanto, ha provocado que las reacciones ante las comparecencias de Alan Greenspan se correspondan en mayor medida con la lógico. Queda por saber si el día que suban, efectivamente, los tipos -probablemente a fin de mes- el mercado mostrará la misma flema.