El mercado espera poco del verano
Existe en el mercado un relativo consenso sobre lo que cabe esperar de este verano bursátil. Que es poco. Los gestores de fondos señalan que, más allá de la recuperación del mercado que presumiblemente conllevará la relajación en los mercados de petróleo, el recorrido de las Bolsas en los meses estivales será limitado. Las subidas de tipos, que muchos analistas dan por hechas en la próxima reunión de la Reserva Federal de finales de este mes, cortarán las alas de los inversores.
Otros expertos van más allá, y señalan que el inicio del ciclo alcista en los tipos de interés se encadenará con el periodo electoral en Estados Unidos. La incertidumbre generada por las elecciones puede prolongar el parón de las cotizaciones. Con lo cual el pobre inversor de a pie se plantaría prácticamente en 2005 sin haber visto moverse los índices.
Los más viejos del parqué suelen poner las barbas a remojo cuando oyen eso de que el mercado va a permanecer horizontal. Eso, la mayor parte de las veces, sólo significa que las Bolsas están abocadas a una toma de beneficios.
Pero, hoy por hoy, el Ibex apenas ha recuperado en lo que va de año un 4%. Es decir, los beneficios que se podrían, eventualmente, recoger, deberían ser los del año pasado. Y, visto el recorrido del mercado en este 2004, los inversores ya han tenido tanto oportunidades para hacerlo (Ibex a 8.400) como excusas (petróleo y terrorismo).
No hay que confundir, pues, un mercado plano con un balance plano. Que los inversores esperen que 2004 termine poco más o menos alrededor de los 8.200 puntos no significa que entretanto no se registren oscilaciones potencialmente rentables.