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Arte

300 obras para el nuevo Museo Thyssen

Casi enfrente del Museo del Prado y a pocos metros del Reina Sofía se encuentra el Palacio de Villahermosa, un edificio neoclásico que desde 1992 alberga la colección Thyssen-Bornemisza, considerada la más importante de su siglo.

Todo comenzó con August Thyssen, el fundador de un imperio económico que permitió durante las dos siguientes generaciones consolidar la colección. El embrión del magnífico conjunto fueron las esculturas encargadas a Rodin, de las que tuvo que desprenderse en la Primera Guerra Mundial, aunque con el tiempo serían recuperadas por su nieto, el barón Hans Heinrich.

Pero sería el hijo de August, Heinrich, quien hizo crecer la colección. Obras de Durero, Van Eyck, Juan de Flandes, Ghirlandaio, Caravaggio, Tiziano, Veronés o Tintoretto. Un legado que a su muerte fue ampliado por Hans Heinrich, centrándose en aquellos períodos de la historia de la pintura a los que su padre había prestado menos atención: impresionismo, postimpresionismo, fauvismo, los expresionistas alemanes, las vanguardias y la pintura de postguerra europea y americana.

La colección de 775 obras -447 catalogadas como maestros antiguos y el resto, como modernos- se amplía a partir del próximo jueves con 300 obras de la colección Carmen Cervera, que los barones Thyssen-Bornemisza empezaron a reunir a partir de 1993, después de la adquisición de la colección histórica por parte del Estado español. Las obras de la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza -220 permanecerán de forma estable en el museo-, han sido cedidas en préstamo por la baronesa en virtud del acuerdo suscrito con el Ministerio de Cultura en febrero de 2002.

Nuevas pinturas en un nuevo museo. La ubicación de la nueva colección precisaba de espacio y la oportunidad surgió con la adquisición de dos inmuebles adyacentes al Palacio de Villahermosa. Concluidas las obras de la ampliación, el nuevo Thyssen se presentará al público el día 10 de junio con la exposición La pintura catalana del Naturalismo al Noucentismo. Tomàs Llorens, conservador jefe del museo, ha seleccionado 66 obras, que revisan los orígenes y desarrollo de la pintura catalana moderna. La muestra se abre con una sección dedicada al paisaje romántico y naturalista, con obras de Lluis Rigalt, Martí Alsina, su discípulo Modest Urgell y Joaquim Vayreda.

La exposición continúa con Mariano Fortuny y su influencia, representada con obras preciosistas de Baldomer Galofre, Arcadi Mas i Fondevila, Eliseu Meifrèn y Francesc Miralles. De Fortuny se exponen Paisaje norteafricano y Corrida de toros. Picador herido.

A continuación se presenta la pintura catalana entre el naturalismo y el modernismo, con obras de Eliseu Meifrèn, Joan Roig Soler, Francesc Gimeno, Segundo Matilla, Ricard Canals, Ramón Casas, Isidre Nonell, Ricard Opisso, Ramón Pichot, Pau Roig Cisa y Joaquín Torres-García.

El espacio dedicado al modernismo agrupa obras como Le paon blanc, de Anglada Camarasa, Interior al aire libre de Ramon Casas, y La catedral de los pobres de Joaquim Mir. La muestra se cierra con el novecentismo catalán, en que destacan, entre otras, pinturas como Mediterráneo, de Joaquim Sunyer.

Simultáneamente, se exhibirán las obras internacionales de la colección de la baronesa en las plantas primera y segunda del mismo edificio, mientras que la Sala de Exposiciones de Contexto dedica su espacio a Gerard David y el paisaje flamenco.

Ir de un edificio a otro sin rupturas

El reto del equipo de arquitectos (Bopbaa) encargado de las obras de ampliación del museo ha sido facilitar la coherencia y continuidad entre la colección histórica y la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, y entre el edificio existente, reformado por Rafael Moneo, y el nuevo, de tal manera que el visitante que recorra ambas colecciones, pueda pasar de un edificio a otro y de una planta a otra sin rupturas.El espacio del edificio adyacente se distribuye entre 16 salas, en las que quedará alojada la nueva colección, más dos salas de exposiciones temporales. Al mismo tiempo, ganan espacio los talleres didácticos, las salas de restauración, los despachos de administración, almacenes o la cafetería-restaurante.El presupuesto de la ampliación asciende a 38 millones de euros, cantidad en la que está incluida la compra de los dos edificios de la calle Marqués de Cubas. Dos años y dos meses después de iniciadas las obras, el nuevo museo será inaugurado mañana martes por los Reyes.

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