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Buen gobierno

El 15% de los presidentes de las cajas proviene de la política

La llegada a la presidencia de Caja Ávila de un significado cargo del PP y padre político de Aznar, Feliciano Blázquez, ha reabierto el debate. En las cajas hay recelos sobre el acceso de los políticos al mando de las entidades. En la era de la profesionalización, los presidentes de al menos siete cajas, el 15% del total, tienen o han tenido justo antes de llegar a ese sillón un cargo público.

Las voces contrarias a que el presidente de una caja venga directamente de un partido o de una administración proceden mayoritariamente del 50% de los consejeros que no son políticos (el otro 50% lo son: gobiernos regionales y locales tienen presencia en los órganos de las cajas). Y también de algunos directores generales que protestan por los intentos de intervencionismo político.

El último caso ha levantado, como el resto, suspicacias. En Caja Ávila, la sensación que hay es que Feliciano Blázquez -que fue vicepresidente de Alianza Popular, ex diputado nacional y mentor del ex presidente José María Aznar y del ministro Ángel Acebes- es que el PP 'le ha buscado una jubilación', señalan fuentes de la entidad. Las cajas como retiro dorado de los políticos, piensan algunos.

Otra llegada polémica fue la de José Luis Olivas, ex presidente de la Generalitat valenciana, a Bancaja promovido por el ex ministro Eduardo Zaplana.

Pero hay otros ex políticos que llevan años al frente de cajas. Como Juan Pedro Hernández Moltó, ex portavoz de Industria en el PSOE, que fue concejal en el Ayuntamiento de Toledo, lleva cuatro años en la presidencia de Caja Castilla-La Mancha. En la sevillana Caja San Fernando, el presidente, Alfredo Pérez Cano, fue viceconsejero de la Presidencia y mano derecha del presidente andaluz, Manuel Chaves. æpermil;l fue el elegido para sustituir a Juan Manuel López Benjumea, abiertamente enfrentado con la Junta.

Caja Navarra es el caso más peculiar, ya que su aforamiento permite que el presidente foral, Miguel Sanz, presida también la entidad. Mientras, en Caja Cantabria, el presidente Carlos Saiz Martínez vino directamente del PP, ya que era secretario general del partido en la región. Y en Caja Guadalajara, el ex presidente Juan Pablo Sánchez lo simultaneó con la alcaldía de Pastrana.

Los políticos se defienden diciendo que han demostrado 'capacidad de gestión' en las entidades, si bien admiten que 'lo ideal es no ser político en activo al tiempo que presidente de una caja'.

Frente a las críticas, hay otras voces que asumen el papel de los políticos en las cajas. Como muestra, los directores generales consultados (los más afectados por los cambios políticos) alaban el papel de los políticos-presidentes que saben 'mantener un equilibrio y dejar trabajar a los gestores', coinciden dos directivos de cajas medianas.

Sin embargo, el Banco de España lleva tiempo pidiendo una mayor profesionalización. Y parece que la tendencia ideal sería seguir el modelo de Manuel Pizarro, presidente de Endesa, que cedió la presidencia de Ibercaja hace unos días a un hombre de perfil técnico, el director general Amado Franco. Como hizo al dejar la CECA.

En las propias cajas admiten que la solución para poner fin a la politización es impulsar una norma que limite el acceso de cargos. Pero no lo ven muy factible. Y, en general, están tranquilas porque el balance final es que, pese a todo, siguen creciendo en rentabilidad y ganando terreno a los bancos.

Caso excepcional

Caja Navarra es la única entidad de ahorro española en la que el presidente del Gobierno regional (en este caso, Miguel Sanz), preside también la caja.Esta llamativa excepción se explica porque la entidad es aforada por el régimen especial foral que tiene Navarra.Era también la única caja que no tenía asamblea (órgano de gobierno con diferentes grupos representados que elige al consejo). La reciente reforma de los estatutos cambia la situación.

Cuentas: Siete entidades pierden margen de negocio

Pese a los mejores resultados generales en el primer trimestre con respecto al año pasado, siete cajas reducen el margen de explotación, que mide la marcha del negocio típico.La BBK presenta la mayor caída, del 43,48%, hasta 32,10 millones, según los datos de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Si bien, las menores provisiones y los mayores beneficios por las participadas y sociedades del grupo le permitieron elevar el beneficio un 2,5%, hasta 54,13 millones.Caixa Galicia también redujo un 4,49% el margen de explotación, aunque el resultado creció un 20,9%, hasta 60 millones, por los beneficios extraordinarios.En Caja España disminuyó el margen un 6,2% y en Caja Rioja, un 11,1%. General de Canarias, Caja de Extremadura y Caixa Pollensa también registraron descensos (del 1,17%, 8,18% y 31,49%, respectivamente).En cuanto al beneficio, descendió en diez cajas. El descenso más pronunciado fue el de Caixa Manlleu (un 36,6%), seguido del de Pollensa (un 27,5%).

Cambio: El presidente de Caja Duero gana poder

Otro de los debates larvados en las cajas es la conveniencia de que los presidentes tengan cargo ejecutivo, cuando gran parte son no ejecutivos. En la era del buen gobierno, expertos y asociaciones de representantes de los clientes en las cajas han reclamado una mayor profesionalización y que la gestión la lleven claramente los directores generales. Entre las presidencias ejecutivas se cuentan, entre otras, la de Caja Madrid, BBK, Vital y Kutxa y las de Caja Castilla-La Mancha y Caja Guadalajara.Y a esta lista viene a sumarse el presidente de Caja Duero, Julio Fermoso. Está previsto que en la próxima asamblea de la caja, el 18 de junio, se apruebe el cambio para que su cargo sea ejecutivo, según fuentes próximas al consejo. Esto otorga más poder a Fermoso, ex rector de la Universidad de Salamanca que fue designado en septiembre pasado por amplio consenso.'Aunque sólo es más poder nominal, porque de facto ya era ejecutivo', señalan las citadas fuentes. No parece haber voces en contra del cambio.

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