El mercado respira ante la mejora del empleo
La noticia de que la economía estadounidense creó 248.000 puestos de trabajo en mayo provocó ayer alivio en Wall Street, que ha vivido una semana difícil. La escalada del petróleo y la violencia sin fin en Irak han copado la atención de los inversores durante la semana. Al final, el S&P 500 logra cerrar el balance de las cinco sesiones con un avance del 0,16%, el Dow Jones ganó un 0,54%. Mientras, el Nasdaq, un índice que tiende a exacerbar las ganancias y las pérdidas, se movió entre pérdidas y ganancias, para cerrar con un retroceso del 0,41%.
La tasa de paro sigue en el 5,6%, frente al 4,2% que registraba cuando George Bush asumió la presidencia de la primera economía del mundo. Pero el detalle importante de mayo es que la creación de empleo en el sector manufacturero ha sido la más fuerte en seis años. La mejora del mercado laboral es clave para EE UU, ya que el gasto de los consumidores representa dos tercios del PIB.
Lo que primó ayer fue el optimismo. Los inversores estaban alentados por las buenas noticias de Intel, que despejó las dudas que tenía el mercado sobre el ritmo de ventas del sector, y las caídas recientes animaban a entrar a por gangas. De hecho, el Nasdaq subió un 0,94%, el S&P 500, un 0,53% y el Dow Jones, un 0,46%. Wall Street no quiso valorar los datos de paro como una razón más para que la Fed suba tipos desde el 1% actual en la reunión del 29 al 30 de junio, pero el argumento ganará peso en próximas sesiones. Los derivados sobre Fed Funds pronosticaban ayer tipos al 1,25% para julio.
El otro tema estrella de la semana ha sido el petróleo. Tras marcar récord histórico en el Nymex al llegar a 42,3 dólares por barril, el crudo ligero bajó ayer a 38,5 dólares. El anuncio de la OPEP, más psicológico que real, de aumentar la producción en julio y agosto y la mejora de los inventarios ha contribuido a que la cotización del petróleo levante el pie del acelerador.