La tecnología devuelve el optimismo a los inversores
El mercado concluye en positivo una semana que comenzó con preocupación y fuertes turbulencias, ante la explosiva inestabilidad de Irak y la escalada imparable del precio del petróleo. Al final, el Dax de Fráncfort cierra con una revalorización del 1,15%; el Cac parisino, del 1,22% y el Footsie de Londres, del 0,43%. Buena parte del ánimo es responsabilidad del sector tecnológico. Valores como Nokia (+2,71%), Infineon (+2,51%), Tiscali (+1,74%) o ASML (+1,39%) crecieron ayer con fuerza al calor de los buenos datos de Intel.
Precisamente, la compañía líder en fabricación de semiconductores protagonizó uno de los sustos de la semana. La ralentización en la demanda de placas madre y otros componentes llevó a los expertos a pronosticar un descenso en las ventas, que después fue desmentido por la propia empresa. Intel reafirmó el jueves al concluir la sesión que los ingresos del segundo trimestre se mantendrán entre 7.600 y 8.200 millones de dólares.
Las empresas tecnológicas son uno de los valores más cíclicos de la Bolsa y sirven de termómetro del sentimiento del mercado. Los inversores aún esperan que llegue el segundo ciclo de la inversión corporativa en las fases de recuperación. Es cuando de invertir en sustitución de equipos obsoletos, se pasa a una auténtica renovación tecnológica, que fortalecería la posición del sector en Bolsa. La tercera fase del ciclo será la de la expansión y creación de empleo, que aún está lejana.
Aún así, el renovado optimismo se ha hecho sentir en el sector de bienes de consumo. El índice de recursos básicos del Euro Stoxx subió un 1,60%; el de alimentos y bebidas, un 1,57%, y el de automóviles, un 1,55%. La semana que viene, los mercados estarán atentos a los datos de paro, IPC y producción industrial de Alemania y a la reunión del Banco de Inglaterra.
Los problemas legales frenan la recuperación
Glaxo no gana para sustos. Primero la investigación de la justicia italiana por los generosos incentivos de la farmacéutica a los médicos para que recetasen sus fármacos. Ahora, el fiscal de Nueva York, Elliot Spitzer, ha demandado a la compañía por fraude. El fiscal acusa a la empresa de ocultar los riesgos de recetar Seroxat, un potente antidepresivo. El valor había empezado a recuperarse en Londres desde 1.060 peniques hasta 1.200, pero el precio ha regresado a 1.140 peniques.