El escaso crecimiento de la UE dispara el déficit comercial español un 18%
El escaso crecimiento de la UE, principal mercado español, ha disparado el déficit comercial en el primer trimestre, hasta 11.600 millones, un 18,2% más. Mientras que las exportaciones crecen al 4,5%, las importaciones lo hacen al 7,6%.
El déficit comercial español sigue elevándose de forma alarmante. En el primer trimestre del año alcanzó los 11.598 millones de euros, en términos nominales, un 18,2% más de lo cosechado en el mismo periodo de 2003.
El desfase se debe a un crecimiento de las exportaciones de sólo el 4,5% (hasta los 35.298 millones) que, si bien repuntan con respecto a meses precedentes éstas se sitúan por debajo del fuerte aumento de las importaciones, que fue del 7,6% (46.896 millones).
Detrás de estas cifras se encuentra el vigor de la economía española, que tira sobremanera de las importaciones, y que contrasta con la atonía del resto de la Unión Europea, a donde va dirigida la mayor parte de los productos españoles, según reconoció ayer el secretario de Estado de Comercio, Pedro Mejía. 'Mientras Europa continúe débil, el déficit comercial español seguirá elevándose', comentó.
Y es que las exportaciones a la UE (absorbe el 72% del total) han crecido de media hasta marzo sólo un 3,2%. Las ventas españolas a países claves como Alemania y Francia, con economías a medio gas, han aumentado un exiguo 1,2% y 1,6%, respectivamente, mientras que las compras a estos mismos países se han acelerado hasta el 5% y el 3%. A pesar de todo se ha notado dinamismo en las ventas de bienes de equipo, alimentos y productos energéticos.
Además de la atonía en Europa, el comercio español se está viendo afectado negativamente por la fortaleza del euro frente al dólar. Ello se nota sobre todo en los intercambios con América Latina. Las ventas a la región han caído un 8,6% en el trimestre, a pesar de la reactivación de mercados como el argentino, en ligera recuperación.
El 'efecto petróleo'
Otros mercados en los que se ha registrado una recuperación de las exportaciones, como el japonés, o el de los países candidatos a la UE, (Bulgaria, Rumania y Turquía) no son significativos en el total de los intercambios.
Lo peor de todo es que en los próximos meses se puede agravar el déficit comercial, ya que aún no se han descontado en la balanza comercial los efectos del encarecimiento del petróleo de las últimas semanas. Con todo, Mejía quiso ser optimista y barajó para todo el año un escenario en el que las exportaciones sigan recuperándose, con un crecimiento medio del 4% al 5%, por debajo del de las importaciones, del 6% al 7%.