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Farmacia

EE UU investiga a GSK por esconder datos negativos sobre su fármaco Paxil

El fiscal de Nueva York ha presentado una denuncia contra GlaxoSmithKline por manipular datos sobre los efectos de su antidepresivo Paxil, que podrían haber sugerido un riesgo de suicidio. Se trata del antidepresivo más vendido en España. La compañía cayó ayer un 2,88 % en Bolsa.

Desde 1998 la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline ha escondido datos negativos sobre los efectos de su antidepresivo Paxil, uno de sus medicamentos estrella. El fármaco, vendido en España como Seroxat, no funciona en determinados casos e incluso puede alentar el riesgo del suicidio del paciente.

Así lo denunció ayer el fiscal de Nueva York, Elio Spitzer. La demanda alega que GSK retuvo estudios propios sobre la seguridad del Paxil que sugerían un riesgo de suicidio especialmente en el uso del antidepresivo en niños y adolescentes. En Estados Unidos los médicos pueden recetar el fármaco a los niños.

La noticia provocó una caída del valor bursátil de la compañía. Los títulos de GSK perdieron ayer un 2,88%.

El laboratorio británico manipuló, según la demanda de Spitzer, los resultados de su estudio sobre Paxil al decir que tenía 'una notable eficacia y seguridad en el tratamiento de la depresión de los adolescentes'. La agencia Bloomberg informó sobre un comunicado del grupo en el que se rechazan las acusaciones. La división española no quiso hacer declaraciones al respecto.

El fiscal ha solicitado que GSK renuncie a todas las ganancias obtenidas con las ventas de este fármaco. En 2002 la compañía facturó 3.800 millones de dólares gracias a Paxil. En el primer trimestre de este año las ventas han alcanzado los 191 millones de euros. Según datos de la consultora IMS, Seroxat es el antidepresivo más vendido en España y el décimo medicamento más recetado. La compañía facturó en España 14,1 millones de euros con las ventas de su antidepresivo, un millón más que en 2003. La Agencia Española del Medicamento no pudo ayer ampliar la información.

Las píldoras de la felicidad, en tela de juicio

La cadena británica BBC emitió el año pasado un programa de investigación sobre Seroxat. En él se advertía que algunos pacientes padecieron un fuerte síndrome de abstinencia al dejar de tomarlo. Y ya se indicaba que su uso podía inducir al suicidio en adolescentes. La denuncia realizada ayer por Spitzer azuza aún más la polémica y las dudas sobre el empleo de este fármaco en particular y de los antidepresivos, en general, medicamentos que se encuentran entre los más vendidos en el mundo. La máxima autoridad sanitaria estadounidense, la FDA, ha instado a que 10 antidepresivos, entre ellos Paxil o Prozac, informen en sus etiquetado de que su consumo puede contribuir a la aparición de tendencias suicidas. Lehman Brothers valora el mercado de los antidepresivos para este año en 13.500 millones de euros.

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