Renault se fuga de Occidente
El presidente de Renault, Louis Schweitzer, se ha marcado una meta ambiciosa: vender al menos cuatro millones de coches de aquí a 2010, desde los 2,3 millones que vendió el pasado año. Pero su negocio doméstico no da para tanto. La solución, visto el escaso éxito que cosechó Renault en su aventura estadounidense durante los años ochenta, ha sido clara. La marca iniciará una fuga hacia Oriente de la mano de Logan, su coche de 5.000 euros. El presidente Louis Schweitzer presentó ayer en el centro de desarrollo de Renault el nuevo modelo, que protagonizará la expansión por Rumanía, Rusia, Marruecos, Colombia e Irán. Las últimas escalas de la fuga deberán ser China e India. La meta, vender 700.000 unidades del nuevo coche de aquí a 2010.
Para crear el automóvil, la compañía del rombo recurrió a un sistema que ya había utilizado para crear el Renault Twingo, conocido por design to cost. Esto es, diseñar el coche con las miras puestas en un coste final determinado. Así, desde 1998, la unidad rumana Dacia, adquirida poco tiempo antes, se puso manos a la obra con un presupuesto inicial de 360 millones. El proyecto recibiría el sugerente nombre de X90.
Las premisas, a priori, no parecían compatibles. Entre otras, el precio no debía exceder de 5.000 euros en versión básica; por dimensiones y capacidad tenían que admitir a cinco pasajeros con equipaje. Y, desde luego, tendría que ser fiable, apto para circular de forma habitual sobre asfaltos y travesías en mal estado, así como soportar los rigores del invierno más extremo o del verano más caluroso. Además, las previsiones apuntan a que, como vehículo de primera adquisición, va a soportar un kilometraje anual no inferior a 20.000 kilómetros. Como de paso su comprador es un cliente de bajo poder adquisitivo, tanto el mantenimiento como los costes tendrían que ser más que razonables.
El resultado fue presentado ayer después de meses de especulaciones. El Logan es un vehículo sencillo, funcional y robusto, con los mínimos guarnecidos posibles y un equipamiento a años luz al que está acostumbrado el consumidor occidental. El salpicadero se forma a partir de un sólo bloque realizado en plástico rígido que simplifica su producción e instalación. Su decoración, en las terminaciones más asequibles, renuncia a todo tipo de exceso. Lo mismo ocurre en el exterior del coche, que presenta parachoques y molduras externas pintadas en la misma tonalidad que el resto de la carrocería. Las llantas de acero carecen de tapacubos. Para los más pudientes habrá modelos con acabados más completos y vistosos y elementos al gusto de clientes dispuestos a desembolsar hasta 8.000 euros.
Sinergias
La firma del rombo ha aplicado en extremo su proverbial política de sinergias. Por ello, el Logan se basa en la plataforma de los Nissan Micra de nueva generación, en la del Renault Modus y la del futuro Clio. Esta flexibilidad de plataformas se repite en el nombre, que variará según los mercados. Así, en Rumanía los clientes pedirán un Dacia Logan. En cambio, rusos y colombianos tendrán que pedir un Renault Logan si quieren comprar el coche.
Schweitzer dejó claro en la presentación del nuevo modelo que éste no será ni 'un nuevo Lada' ni mucho menos un experimento. Bien al contrario, se trata de la punta de lanza de un ambicioso proyecto que debe dar paso a una completa gama. Así, no faltarán Logans de familiares o tipo furgón ligero.
Y no es un experimento porque, para empezar, el grupo prevé irse a fabricar a cada uno de los mercados. Para ello se han comprometido 1.195 millones entre los distintos países. Con 495 millones, Renault ha actualizado las instalaciones industriales que Dacia posee en la localidad rumana de Pitesi -que tras una regulación de empleo ha pasado de 30.000 a 13.000 empleados-. Además, se añaden otros 200 millones en modernización de maquinaria y otros 200 en desarrollo de proyectos. Rumanía, y la marca Dacia, son el eje central del proyecto. La compañía exportó 11.000 vehículos en 2003 y controla un 45% del mercado local. El salto cualitativo va a ser grande. En este país partirá el Logan este año, con una producción anual de 700.000 unidades a partir de 2010.
La segunda etapa del Logan, Rusia, requirió 230 millones. Se prevé una producción de 60.000 coches al año y entrará en funcionamiento a mediados de 2005. En el segundo semestre de ese año se iniciará la tercera etapa, Marruecos que se ha llevado 22 millones para lograr una fabricación de 30.000 coches en Casablanca. Irán es la otra gran apuesta, con una inversión de 300 millones a través de la sociedad Kodro. Colombia supondrá la 'apertura a América Latina' en 2005, y la base para poner el Logan en los mercados cercanos.
La intención es conquistar mercados fuera de Occidente, que son los que presentan mayores tasas de crecimiento. Aún así, el regreso de esta fuga no es imposible. El grupo Renault no ha querido descartar del todo que su periplo no le vaya a traer de vuelta a Europa Occidental en algún momento de su viaje.
Acento en la seguridad y el medio ambiente
Renault ha querido dejar claro que el Logan no va a ser menos seguro que otros de sus modelos. La marca persigue situar el coche en el promedio de sus modelos, por lo que bien podría hacerse con tres, o incluso cuatro estrellas en el test de EuroNCAP. Así, la versión mostrada ayer cuenta con cinco reposacabezas, otros tantos cinturones de seguridad de triple anclaje, ABS o doble airbag, entre otros dispositivos. En cuanto a los motores, habrá opciones de gasolina 1.4 y 1.6 -75 y 90 CV, y un turbodiésel 1.5 dCi common rail que brinda 65 CV. Todos cumplen con la normativa de contaminación EU IV.