Dominar los nervios da nota en la Selectividad
Taquicardia, sudoración, dificultades respiratorias, problemas digestivos, tensión muscular, irritabilidad, desasosiego, inquietud. Es el cuadro médico de muchas personas con ansiedad, la forma con la que responde el organismo a una situación que interpreta como amenazante. Pero también, llevado al extremo, son síntomas que sufren muchos jóvenes en junio ante una de las pruebas más importantes de toda su vida de estudiantes. Y es que ¿hay algo más amenazante que los exámenes de Selectividad?
Lo cierto es que por mucha preparación académica que se tenga son pocos los alumnos que no sienten, al menos, un cosquilleo en el estómago. 'Son temores relacionados con un gran cambio de vida ante la proximidad de su entrada en la Universidad. Es casi un rito de iniciación', señala Elena Bárcena, directora de Selectividad de la UNED en una publicación especializada. Bárcena considera que lo ideal sería que, 'además de la preparación académica, los centros educativos prepararan psicológicamente a los alumnos para pasar el trance'.
Pese a la sensación de inseguridad, lo primero que conviene saber es que con suficientes horas de estudio y buena preparación durante todo el curso, los temores son, generalmente, infundados. Las memorias oficiales anuales muestran que la mayoría de los alumnos aprueba selectividad en primera convocatoria y hay poca diferencia entre las calificaciones que se obtienen en bachiller y en selectividad. No obstante, 'hay muchos estudiantes, incluso los mejor preparados, que llegan a bloquearse. Su atención se concentra en sentimientos negativos de fracaso o de miedo a suspender. Se quedan en blanco', señala el psicólogo Francisco Trujillo.
Es de sobra conocido que el estado de angustia antes o durante un examen perjudica los resultados académicos. Por eso pedagogos y psicólogos aconsejan técnicas sencillas para relajarse, además de organizar el tiempo de estudio y el esfuerzo, planificarse bien, respetar los tiempos de descanso y no tomar excitantes para que la mente se mantenga ágil.
Algo tan sencillo como respirar profundamente un par de veces disminuye las pulsaciones y tranquiliza justo antes del examen. Los pedagogos aconsejan no repasar demasiado en los momentos previos. En general, los nervios duran hasta que se tiene el examen en las manos. En ese momento lo mejor es leerlo entero antes de empezar a contestar y escribir un esquema de la respuesta en la hoja de apoyo. Es más práctico contestar primero las preguntas para las que se está mejor preparado, donde haya más posibilidad de mejorar la calificación. En cualquier caso, hay que luchar hasta el final del examen. Unas pocas décimas pueden ser definitivas en la calificación.
Es básico
Una buena previsión y preparación durante todo el curso.Utilizar buenas técnicas de estudio durante la preparación del examen. Combinar memoria a largo plazo (conceptos) y a corto plazo (retener datos).Rodearse de gente que pasa por la misma situación.Dormir las horas necesarias y potenciar los pensamientos positivos.
Psicología energética, terapia para la ansiedad
Los chinos estudiaron hace miles de años la relación de los órganos del cuerpo con determinadas emociones como el enfado, la tristeza, la rabia o la pena. Un quiropráctico americano descubrió en 1964 la relación entre los músculos del cuerpo y los órganos y desarrolló un campo de estudios denominado kinesiología. Hoy gran parte de ese conocimiento es la base de la última novedad terapéutica en Estados Unidos, la psicología energética, un campo que poco a poco gana adeptos también en España.Aunque aún muy desconocida, la psicología energética está especialmente indicada para el tratamiento de los síntomas de la ansiedad como el estrés, las fobias, la depresión, la tristeza, la rabia, el enfado, las obsesiones, los trastornos alimentarios o los sentimientos de culpa. 'Nuestro cuerpo no es sólo química, es también energía, un complejo entramado de circuitos energéticos llamados meridianos. La psicología energética se basa en el supuesto de que un pensamiento o acontecimiento negativo crea un cortocircuito en alguno de estos canales creando un malestar o emoción negativa', explica Victoria Cadarso, psicóloga directora del Instituto de Terapias Integrales y Enseñanzas Energéticas. 'Si se logra detectar qué meridiano es el que está alterado energéticamente se pueden tratar los puntos de acupuntura estimulándolos mediante golpecitos, sin necesidad de agujas, para restablecer el flujo de corriente', precisa. La forma de llegar a un diagnóstico es mediante la verificación muscular. Cadarso reconoce que 'lo primero que suscita una psicoterapia que nos puede quitar el malestar emocional en un máximo de tres sesiones es desconfianza' pero asegura que 'funciona' y en el caso concreto de eliminar la ansiedad provocada por un examen 'basta una sola sesión'.En opinión de la psicóloga, 'la medicina tradicional no presta la atención necesaria al sistema energético de nuestro cuerpo, frente a la medicina china, que integra cuerpo y mente'. La psicología energética busca, precisamente, combinar todas estas doctrinas para recuperar el equilibrio y aliviar el dolor, también emocional.