El campo de batalla moral
Cualquiera con una mínima experiencia en el terreno de la inversión en Bolsa es consciente de que las cotizaciones y los movimientos de dinero son una cuestión de expectativas. De beneficios y crecimiento, sí, pero sobre todo de estados de ánimo. Los mercados no se pueden abstraer, y no lo están haciendo en estos momentos, de la oleada de sentimientos provocada por el desarrollo de eso que se ha dado en llamar guerra contra el terrorismo y de sus efectos secundarios.
Esta guerra no tiene un campo de batalla definido y, más que cualquier otra, se juega en el terreno moral. En este sentido, aspectos como la división de la comunidad internacional, la endeblez de los argumentos sobre los que se justificó la guerra de Irak o, actualmente, el impacto de las torturas, suponen un riesgo para la estabilidad política y financiera.
La pérdida de reputación de Estados Unidos. Así titula Credit Suisse su último informe de estrategia: 'El mayor riesgo para los mercados en 2004 y, potencialmente, para la economía en 2005 no es la inflación, ni el alza de tipos de la Fed, ni un credit crunch en China, ni siquiera el precio del petróleo. Es algo más intangible y difícil de cuantificar; el daño a la reputación de Estados Unidos como faro de libertad, un hecho que amenaza con hacer el mundo más peligroso'.
Es pronto para juzgar si la administración estadounidense gestionó del forma adecuada la respuesta al 11-S, pero probablemente la historia determine que la verdadera batalla no se libraba en Nayaf o Bagdad, sino en la opinión pública del mundo musulmán.
El fracaso en la comprensión o de esta tarea o en su puesta en práctica es un riesgo cuyas implicaciones empiezan por lo más obvio -inestabilidad geopolítica, petróleo caro- pero terminan en lo más difuso, como la pérdida de confianza del motor estadounidense. O en la erosión de un sistema económico construido a partir de la prevalencia y legitimidad de este país, del libre comercio y de la colaboración multilateral. Sin caer en la tentación catastrofista, es éste un peligro real y a tener en cuenta.