Que alguien me lo explique

Terra va camino de convertirse en un ejemplo de manual sobre la peor cara de los mercados financieros. La que menos tiene que ver con la economía. Es lo que pasa cuando se concibe una empresa para atraer dinero de terceros y no para ganarlo. La historia de Terra se acabó en el preciso momento en que los mercados financieros dejaron de comulgar con ruedas de molino.

Telefónica se llevará más de 800 millones de euros gracias al dividendo extraordinario de dos euros por acción que aprobará ella misma en la junta de Terra, dado que tiene el 75% del capital. Terra repartirá entre sus accionistas el dinero que tiene en caja. Este extremo llama poderosamente la atención a los no iniciados. Terra parecía una compañía sin oficio ni beneficio. Pero resulta que nadaba en billetes.

Si la empresa jamás ha ganado dinero ¿de dónde salieron tantos billetes? De Telefónica, que en 2000 suscribió la ampliación de capital que acompañó a la compra de Lycos. Como Internet había dejado de gustar a los mercados, ya no tenía sentido invertir este dinero. Así que se quedó criando polvo mientras la empresa, para mitigar las voluminosas pérdidas, despedía personal y se hacía cada vez más pequeña.

En resumen: Telefónica se inventa Terra en pocos meses. La saca a Bolsa a 11,81 euros en plena euforia y la acción se dispara a 140. Pacta la compra de Lycos y, de forma paralela, la matriz inyecta 2.200 millones de euros con una ampliación a 62 euros la acción. Pero, pasada la burbuja y sin un modelo de negocio, el dinero se queda sin invertir y Terra encadena pérdidas trimestre tras trimestre. Un total de 3.300 millones cargados la mayoría contra Telefónica.

Tras varios recortes de plantilla, Telefónica decide recomprar a 5,25 euros las acciones que colocó a 11,81. Pero ni excluye Terra de Bolsa ni apuesta por su viabilidad. Y finalmente opta por recuperar parte del dinero que en su día depositó en la caja. El sentido económico de todo esto sigue siendo una incógnita. Que alguien me lo explique.