Las empresas de correos privadas piden un regulador que vigile la competencia
La Asociación de Empresas de Reparto y Manipulación de Correspondencia (Asempre), que integra al 90% de las sociedades dedicadas al servicio de correos, ha solicitado al Ministerio de Fomento la creación de un organismo independiente que regule el mercado postal y garantice una verdadera competencia.
El presidente de la patronal, Luis García, advirtió ayer que el sector postal español no contará con verdadera competencia mientras que el regulador del mercado y Correos, el operador dominante, sigan adscritos al Ministerio de Fomento.
La Ley de Liberalización Postal estableció en 1998 el proceso de apertura del sector al libre mercado, pero las empresas englobadas en Asempre consideran que la norma se incumple continuamente. Según la asociación, la libre competencia pasa en primer término por la creación de un árbitro independiente y con capacidad de actuación, equivalente a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) o a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
Asempre también pide que el nuevo regulador cuente con capacidad ejecutiva para velar por el cumplimiento del texto legal, sobre todo en lo relativo a garantizar el acceso de los operadores postales privados a la red postal pública de Correos en competencia e igualdad de condiciones.
El presidente de la patronal subrayó la necesidad de que la sociedad postal pública contabilice de forma independiente las actividades que presta en libre mercado respecto de aquellas en las que aún opera en solitario.
Las empresas postales denuncian que Correos realiza descuentos de precios en los servicios que aún presta en monopolio para atraer clientes en el resto de negocios abiertos a la competencia.
Esta situación ha provocado que la entrada en vigor de la Ley Postal, lejos de fomentar el libre mercado ha mermado la capacidad de competencia de los operadores alternativos a Correos.
Así, según los datos de Asempre, las 200 empresas postales privadas existentes en España, que emplean a unos 4.000 trabajadores, han reducido hasta el 8% la cuota de mercado del 15% con que contaban en 1998.