Extremada limpieza en Xerox
A primera vista parece mucho más joven de los 36 años que tiene. Pero enseguida ofrece pistas de su madurez como directivo. Diego Hervás dirige desde hace seis meses Xerox España, donde gestiona una plantilla de 950 profesionales. Cuando llegó al cargo se encontró el despacho decorado y él apenas ha introducido cambios ornamentales. Le preocupa más el estilo que imprime a su manera de gestionar aunque parece no tener claro cual es la percepción que tienen los que trabajan con él sobre su forma de hacer las cosas. 'Todo es muy relativo. Unos me ven muy perfeccionista, otros dicen que dejo trabajar. De joven, yo era mucho más matemático y creía que dos más dos eran cuatro, pero con el tiempo ves que no es así. Ganas es soltura', afirma.
Si algo sorprende del espacio físico que ocupa es el orden y la limpieza. Se trata de una filosofía que va más allá del número de papeles que se apilan encima de una mesa. Y recuerda la frase que una vez escuchó en boca de un superior: 'Según tengas tu mesa, así tendrás tu cabeza de ordenada'. Es un principio que sigue a rajatabla y que coincide con la cultura de la matriz que propone pulcritud absoluta: mesas limpias de papeles, armarios sin objetos encima. 'Me gusta el caos momentáneo, pero el orden es importante para todo, hasta para explicar cuatro conceptos y saber comunicarlos a mi gente'.
Como todo buen directivo que se precie, asegura que el secreto de su éxito o de unos buenos resultados se encuentra en los profesionales. 'Puede sonar a tópico, pero los mayores logros yo los he tenido cuando ha habido una interacción de equipos', afirma Hervás, que asegura que trabajar para una multinacional es una tarea compleja. 'El trabajo no depende sólo de ti, sino que influyen muchos factores. No hay un dueño visible, todos somos pequeños dueños. Hay que tomar decisiones pensando que la empresa es tuya'.
'Según tengas tu mesa, así tendrás tu cabeza de ordenada. Me gusta el caos momentáneo, pero el orden es importante para todo'
Tampoco sabe mucho de otras compañías, ni grandes ni pequeñas. Diego Hervás sólo ha trabajado en Xerox, donde entró como vendedor cuando tenía 20 años y todavía era un estudiante de Telecomunicaciones. Poco a poco fue ascendiendo. En ocho años fue nombrado gerente de ventas. Después, ocupó varios puestos de responsabilidad en áreas de ventas, marketing y de servicios. En 2000 fue promocionado a director de ventas indirectas y al siguiente a director comercial de Xerox España. No ha tenido necesidad de marcharse de la empresa para desarrollarse profesionalmente. 'Si las cosas van bien y te ofrecen territorios donde puedas crecer no tienes por qué marcharte. æpermil;se ha sido mi caso. He tenido suerte porque me han dado oportunidades de promoción. He estado en casi todos los puestos de ventas'. El secreto lo atribuye a dos factores: 'trabajo y continuidad'. Si tiene que ponerle algún inconveniente es a las interrupciones: 'Cuando empezaba a encontrarme a gusto en un puesto me cambiaban. Así no consigues sacar los frutos al trabajo'.
Hervás encuentra ventajas a su ascenso a director general. 'Es la organización que conozco y la que me conoce'. Por ello, dice que su nombramiento causó pocas sorpresas dentro de la empresa. 'Supuso una continuidad más que una renovación'. Es muy exigente, sobre todo cuando nota que el personal no rinde lo que tiene que rendir. Lo hace porque sabe que los galones no son gratuitos. 'Se te pueden caer al tercer día porque es el mercado el que te mantiene, te potencia o te quita', explica. Hervás habla deprisa, muy deprisa y no duda al afirmar que es el tiempo el que pone a todos en su sitio. Le encanta hablar con los suyos, sobre todo para poner en común muchas de las decisiones que ha de tomar. Además de exigente, se define como disciplinado, abierto, comunicativo y estricto en cuanto a cumplimiento de compromisos con terceros. Ahí es intransigente. 'En una multinacional surgen muchos retrasos por interferencias de otros, pero me cuesta mucho aceptar que no se cumplan los plazos pactados'. Le gusta tener palabra.
Fotocopia con una historia de 40 años
Muestra con orgullo la primera fotocopia que realizó Xerox en los locales del Instituto Nacional de Industria en España. De ello da fe un acta fechada el 3 de septiembre de 1963 que Diego Hervás guarda en su despacho. 'Es un orgullo por el significado que encierra, ya que después de 40 años esta empresa sigue creciendo y teniendo beneficios'.Detrás de la pantalla del ordenador, medio escondida, tiene la fotografía de su hijo. Asegura que le gusta separar su trabajo de su vida personal. No le gusta recibir a la gente frente a su mesa de trabajo. Prefiere la mesa de reuniones, 'de esta manera no se establecen fronteras y la relación es mucho más fluida'. Aportación suya al despacho es el calendario de Fuji Xerox que le regaló un japonés, o los pósteres que le recuerdan ciudades a las que tiene cariño porque allí estuvo como responsable de la dirección general de ventas indirectas, como Valencia, Barcelona o Bilbao. También guarda en lugar destacado una placa de las Olimpiadas de Barcelona y una pequeña figura de Gaudí que le regaló un becario que tuvo a su cargo.