El repunte de la inversión acelera el crecimiento del PIB al 2,8%
La economía española creció un 2,8% en tasa real interanual en el primer trimestre del año. Al tradicional vigor del consumo y el gasto en construcción se ha unido ahora la inversión en equipo. Crece el deterioro del sector exterior, con dificultades para ganar cuota de mercado.
La contabilidad nacional del primer trimestre de este año, presentada ayer por Estadística, revela que la economía española mantiene un notable diferencial de crecimiento con la Unión Europea (1,3 puntos), pese al pesimismo que continúa atenazando al sector exterior, que sigue restando un punto al crecimiento de la economía nacional.
El consumo privado ha acelerado su vigor en los tres últimos meses (desde un 3% de crecimiento a un 3,3%), y la inversión en construcción mantiene su ritmo del 3,6%, como en el último trimestre de 2003. Pero a la pujanza tradicional de estas dos variables de la actividad se ha sumado en los tres primeros meses de este año la irrupción de la inversión en equipo, que creció un 1,6% en términos reales frente al 0,1% del final de 2003. Esta circunstancia ha acelerado el PIB un 2,8% interanual (un 0,6% intertrimestral); esta tasa de avance no se registraba desde el tercer trimestre de 2001.
Sin embargo, la aportación del sector exterior sigue siendo negativamente preocupante: de restar cuatro décimas al crecimiento, ha pasado a restar un punto completo. Esto se debe a que, pese al avance de las exportaciones un 4,1%, las importaciones han crecido un 6,7%.
El propio secretario de Estado de Economía, David Vegara, comentó ayer que se 'aprecian dificultades en la economía para mejorar en competitividad y ganar cuota de mercado en el exterior', algo que se había notado especialmente 'con una caída en las exportaciones de servicios'. Esta dificultad para incrementar la cuota de mercado exterior, justo en un momento en que la demanda externa es creciente en todo el mundo, puede paralizar la variable que ha comenzado a reactivarse este ejercicio: la inversión en equipamiento de las empresas.
Una parte de la explicación de esta pérdida de dinamismo del sector exterior puede estar en el encarecimiento de la producción realizado en España. El deflactor del producto registró aún un crecimiento en los tres primeros meses del año de un 4%, con un aumento del 3,5% en los costes laborales unitarios. El PIB nominal creció un 6,9%.
Desde el punto de vista de la oferta, todos los sectores muestran una aceleración en sus tasas de crecimiento. Los servicios avanzan un 3,4%, mientras las ramas industriales lo hacen un 1,1%. Sólo los servicios no destinados al mercado avanzan un poco menos que en el trimestre anterior.
El empleo expresado en número de puestos de trabajo a tiempo completo equivalente necesario para generar el producto creció un 2,1%, que en términos absolutos llegó a 343.000 puestos de trabajo netos. Pese a todo, en las ramas agrarias e industriales se produjo una contracción de la ocupación superior al 2%.
En 2005 se aflorará el producto oculto
La afloración del PIB oculto tendrá que esperar hasta el primer trimestre de 2005, según anunció ayer el secretario de Estado de Economía, David Vegara, y tal como publicó Cinco Días el pasado lunes 24 de mayo.La justificación ofrecida por la Administración es que Estadística ha detectado desajustes técnicos que han forzado a retrasar la actualización de la encuesta depoblación activa (EPA), que a su vez aconsejan aplazar el cambio de base de la contabilidad nacional. En principio, el cambio de base proporcionaría un salto nominal del PIB de unos 30.000 millones de euros, desde los 743.000 millones con que cerró el ejercicio de 2003, según fuentes cercanas a la elaboración de la contabilidad.La cantidad de PIB condiciona el saldo financiero con la Unión Europea. Un PIB mayor eleva la aportación de España por ese concepto a la Unión, y sobrepasar determinados límites limita los fondos que recibe España de la Unión.