Radioondas, un campo sin certezas
La sociedad de la información crea un paisaje de antenas, móviles y otras tecnologías en constante renovación. Los ciudadanos viven cada día más expuestos a los campos magnéticos que utilizan los teléfonos sin saber del todo si afectan a su salud. El debate social está servido, como prueba la resistencia de plataformas ciudadanas a la instalación de antenas.
¿Son o no nocivas las radiaciones que recibe el ciudadano medio? Los científicos no son concluyentes. Afirman que, según los conocimientos actuales, la exposición a estos campos electromagnéticos en los límites permitidos no ocasiona efectos adversos para la salud, pero reconocen que la tecnología va muy por delante de sus investigaciones. La legislación española fija, en el Real Decreto 1066/2001, restricciones a las emisiones radioeléctricas.
Dos congresos científicos analizan esta cuestión en España: el de la Comisión Internacional para la Protección de la Radiación no Ionizante (Icnirp), celebrado en Sevilla la semana pasada, y el de la Asociación Internacional de Protección Radiológica, reunido hasta el próximo viernes en Madrid.
Parte de la energía emitida por los teléfonos móviles es absorbida por la cabeza del usuario, fundamentalmente por los tejidos superficiales. 'Aunque no existen datos científicos que demuestren que la radiación telefónica puede ser dañina, tampoco hay pruebas de que sea segura', advierte un informe del Parlamento Europeo.
La Icnirp ha establecido un límite seguro para las compañías fabricantes que fija en 2 vatios de potencia por kilogramo (W/kg). El coordinador del comité de expertos del Ministerio de Sanidad, Alejandro æscaron;beda, afirma que hay planes para que se incluya en las instrucciones de los teléfonos portátiles esta medida y que así 'el usuario elija si quiere un móvil de baja potencia'.
La sociedad española se considera poco informada sobre este asunto, lo que conduce a una cierta aprensión social, tal y como se desprende de un estudio realizado por Demoscopia para la Asociación Española contra el Cáncer el pasado abril. Un 69% de la población entrevistada reconocía no saber en que consistían estas radiaciones. De los que opinan que el microondas o el teléfono móvil puede tener efectos sobre la salud, un 64% de los entrevistados, el 39% relaciona la alta exposición con el cáncer.
æscaron;beda reconoce que algunos estudios epidemiológicos han relacionado la exposición a campos magnéticos con el desarrollo de cánceres. Es conocido el caso de un colegio de Valladolid donde siete meses después de la instalación de antenas de telefonía cercanas se registraron tres nuevos casos de cáncer infantil. Sin embargo, el especialista advierte que son casos aislados. Cefáleas o cambios en el comportamiento son otras de las reacciones que se han relacionado con las ondas de baja frecuencia.
Consejos
El comité de expertos del Ministerio de Sanidad y la Icnirp han dictado recomendaciones en el uso de teléfonos móviles:Cobertura. No usar el móvil cuando tenga baja cobertura, porque el aparato produce mayor emisión de microondas para establecer comunicación.Manos libres. Los expertos recomiendan el uso del dispositivo de manos libres para mantener el aparato alejado de la cabeza.Limitar la duración de las llamadas. No son recomendables conversaciones largas y sin intervalos.Esperar. Los móviles emiten en los tres segundos siguientes de ordenar una llamada, un pulso de energía para establecer conexión. Se recomienda esperar una segundos para acercar el aparato a la oreja.Marcapasos. Consultar con el cardiólogo la utilización de móvil si se usa marcapasos. No situar el móvil cerca del pecho