El siniestro mundo de la frontera entre México y Guatemala
Entre Guatemala, Salvador, Honduras y parte de México (Chiapas) alrededor de 300.000 personas viven de negocios sucios: droga, prostitución, contrabando y, sobre todo, de los inmigrantes que quieren entrar en Estados Unidos. Rafael Ramírez Heredia (Tampico, México) novela este mundo siniestro en La Mara (Alfaguara), la primera de las obras de una trilogía que el escritor prepara sobre el México oscuro.
La idea surgió en 2001. Entonces, el fenómeno de la mara no era conocido. Ramírez Heredia se puso en contacto con amigos en Chiapas, 'por fortuna tengo amigos en todo México', presume este hombre abierto y cordial. Viajó a la zona y permaneció en la frontera durante algunas semanas, aunque no de forma continua, porque un escritor independiente no puede permitirse ese lujo, aclara. Cruzó varias veces la frontera entre México y Guatemala, una línea que marca el río Suchiate: al norte, Ciudad Hidalgo (México); al sur, Tecún Umán (Guatemala). Y lo hizo sin papeles, 'para sentir lo que sienten ellos'.
Allí entró en contacto directo con mareros, una investigación que resultó peligrosa. Son seres dificultosos, relata, especialmente los que están fuera de la cárcel. Se niegan a hablar y los que hablan no pueden hacerlo, porque su brutal incultura se lo impide. Manejan un vocabulario de 70 palabras a lo sumo, saturado, además, de términos yanquis, como bróder. Su aspecto da miedo, semidesnudos y tatuados: por cada asesinato, una lágrima negra en la mejilla. 'Claro que pasé miedo', reconoce el escritor.
El material de investigación que iba descubriendo apuntaba a reportaje, pero su deseo era convertirlo en novela. Una novela de múltiples lecturas, amorosa, aventuras, política, criminal, de creación de personajes. Cualquier cineasta podría ver en La Mara el guión de una película, admite Rodríguez Heredia. Contiene todos sus ingredientes: amor, pasión, odio, asesinatos.
Cuando este profesor de Literatura Española y Premio Nacional de Literatura en México empezó a escribir sobre la furia irracional, inhumana y sórdida que es la Mara Salvatrucha, el fenómeno sólo era conocido en la zona. Hoy, Rafael Ramírez Heredia lo califica de problema de seguridad nacional, producto de la explotación y depredación económica. Primero por parte de las multinacionales (United Fruit), después por las guerrillas, revoluciones y contrarrevoluciones. 'Los padres y abuelos de estos seres sin esperanza ya recibían la carga de la desigualdad', explica el autor.
¿Puede ayudar el libro? Ramírez Heredia no lo sabe, en cualquier caso su intención no ha sido hacer un tratado sociológico o antropológico. 'Me encontré un pastel literario y me lo quise comer'.
En La Mara se entremezclan el cuento, la novela, el periodismo, la crónica, el mito. Todos los géneros y recursos literarios están aquí, todos los lenguajes, con una voz en off que corresponde a Ximenus Fidalgo, el mal, y todos los personajes, cada uno con una misión. 'En la narración literaria no existe nada que no tenga una razón', dice el autor.
En definitiva, La Mara podría ser el texto de referencia de talleres literarios, como los que Rafael Ramírez Heredia imparte.