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CincoSentidos

Cuando el banco es el casero

He alquilado mi casa en el banco'. Por imposible que parezca, esto puede suceder en la realidad. Y es que encontrar casa ya no es una actividad exclusiva de las agencias inmobiliarias. Algunas entidades financieras disponen de servicios que permiten acceder a una vivienda, en su mayor parte de alquiler.

No es extraño, por lo tanto, que detrás del cartel que indica la disponibilidad de una vivienda esté una gestora de fondos o por qué no, un banco o caja. En muchos casos cuentan con una oferta que abarca una amplia gama de precios, de zonas geográficas y de tamaños.

Así sucede con algunos de los fondos de inversión inmobiliarios. Estos instrumentos, que habitualmente se utilizan como vehículos de inversión, invierten en inmuebles, locales y oficinas. No todos. El fondo del Popular o el de Ibercaja buscan su rentabilidad participando en el capital de empresas cotizadas, inmobiliarias o constructoras.

Para acceder a estas casas basta acudir a las empresas encargadas de su gestión

Otros, sin embargo, dedican el porcentaje permitido por ley (el 90% máximo) a la compra de inmuebles de distintos tipos que destinan al alquiler. Es el caso del BBVA Propiedad o del SCH Banif Inmobiliario FII, que cuenta en su cartera con 241 edificios y unas 7.000 viviendas. El alquiler es una de sus fuentes de rentabilidad, las plusvalías por la revalorización de los inmuebles y la inversión de su liquidez son las otras dos.

Hacerse con una de estas casas en alquiler no difiere mucho respecto a otras fórmulas. Basta con dirigirse al lugar adecuado. En el SCH, por ejemplo, la gestión se realiza a través de Testa Inmobiliaria, filial de Vallehermoso, mientras que en BBVA suelen canalizar su gestión en Gesinar, aunque en función de la cuidad se recurre a otros agentes de la propiedad inmobiliaria. 'Hay servicios como la rotura de una tubería que es difícil solucionar desde un banco, por eso se opta por la externalización', explica Juan Carlos Maeso Cholbi, director de fondos inmobiliarios de BBVA. Los inquilinos de las viviendas, en todos los casos, conocen desde el principio la identidad del propietario, esto es, el fondo. Ambas gestoras coinciden en señalar que las condiciones que se exigen al arrendatario no son muy distintas a las que se requerirían en otra situación. 'Se lleva a cabo el típico contrato de arrendamiento y si se considera necesario se requiere un aval', sostienen en la gestora del SCH.

¿Los precios? Los hay para todos los gustos aunque en BBVA -que tiene unas 1.800 viviendas en alquiler- señalan que depende de la provincia. 'Rondan los 570 euros en las capitales de provincia y de los 781 a los 900 euros en ciudades como Madrid y Barcelona', sostiene Maeso. 'Las hay de todos los tipos, aunque prevalecen las de tipo medio', añade. Eso sí, el precio aumenta si se opta por una amueblada, como sucede en las promociones de la costa y en algunos proyectos de reciente desarrollo.

æpermil;sta no es la única forma de acceder a una vivienda. Desde las cajas se han puesto en marcha otras iniciativas.

También las cajas

Caja Burgos cuenta desde hace dos meses con un servicio inmobiliario que pretende servir de intermediario en las operaciones de compraventa de inmuebles de sus clientes. El servicio, que se presta desde las propias sucursales de la entidad, tiene como fin satisfacer las necesidades tanto de venta de la vivienda como de compra de una nueva. Aunque el objetivo último es aumentar el número de clientes, desde la entidad mantienen que se trata de dar un valor añadido al servicio que presta la caja.

Que las cajas de ahorros están yendo más allá del puro negocio bancario no es nuevo. Otro ejemplo es el de La Caixa, que en abril ha firmado dos convenios con los ayuntamientos de Tordera y Cornellà para la promoción y construcción de viviendas de alquiler. Los destinatarios son los jóvenes y las personas mayores. De ahí que los precios de los alquileres no superen los 240 euros al mes. El proyecto no se queda aquí. El presidente de la caja planea, de hecho, repetir la experiencia en Madrid.

La obra social de las cajas

Casi todas las cajas, de forma más o menos directa, participan en proyectos que tienen como fin la construcción y promoción de viviendas de alquiler, aunque en la mayor parte de los casos estas iniciativas se enmarcan dentro de la obra social de estas entidades. De ahí que las viviendas, destinadas tanto a la venta como al alquiler sean de protección oficial.Además de La Caixa, que a través de la sociedad Fomento Inmobiliario Asequible se encargará de la construcción y promoción hasta de 1.000 viviendas, de priorizar con criterios objetivos la entrega de las viviendas y de gestionar su alquiler una vez hayan sido entregadas, otras cajas, en solitario o a través de asociaciones están promoviendo la construcción de estas viviendas.Recientemente nueve cajas de ahorros (Caja de Ahorros del Mediterráneo, Caja Duero, Caja España, Caixa Galicia, Caja Inmaculada, Caja Navarra, Caja Castilla La Mancha, Caja de Ávila y Caja de Burgos) además de tres fondos de pensiones (Caja Pensiones, Fonditel y Sabadell Pensiones) y Larcovi, han creado una sociedad, Lazora, que se dedicará a construir unas 10.000 viviendas protegidas en régimen de alquiler en las principales ciudades españolas.Caja Madrid, aunque de forma independiente, también participa en proyectos de este tipo, aunque sólo para financiarlos. Y lo mismo sucede con Ibercaja.Por su parte, Bancaja tras firmar un acuerdo con la Generalitat Valenciana ha constituido una sociedad, Solivvsa, que permitirá construir 10.000 nuevas viviendas protegidas con una inversión que superará los 600 millones de euros.

Vivir de la hipoteca

Aunque parezca irreal es posible, y permite afrontar la jubilación de manera más tranquila. Algunas entidades, pocas para ser francos, comercializan un producto que permite al cliente obtener una renta vitalicia en forma de pagos regulares (generalmente mensuales) mientras el tomador del seguro se reserva el derecho de ocupación y disfrute de la vivienda mientras viva. Estos instrumentos son viejos conocidos de las entidades españolas aunque en la actualidad muy pocas los comercializan. Ibercaja, con su Hipoteca Inversa, y BBVA a través del Seguro Vivienda Pensión, son algunas de ellas. Sus características difieren aunque en términos generales permiten obtener una renta mensual constante a cambio de la transmisión de la vivienda tras el fallecimiento, pero conservando el derecho de habitación en la misma.La pensión se fija en función del capital disponible (valor de la venta de la casa) y la edad del asegurado, independientemente de que en meses venideros la vivienda se revalorice. Para acceder a este producto se suele exigir tener más de 65 años. Antes de contratarlo conviene asegurarse, de que es posible recuperar la propiedad de la vivienda.

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