Buen tono de la inversión en activos de Japón

La Bolsa japonesa ha experimentado en algunos momentos de 2004 una fortísima revalorización. Sin embargo, no ha podido evitar sustraerse al sino común de todas las demás Bolsas durante las tres últimas semanas, y ha terminado por perder buena parte de lo ganado. Incluso ha tenido, recientemente, un día de pérdidas de casi el 5%, algo que recuerda los peores momentos de los catorce años últimos años en la Bolsa de Tokio.

A pesar de ello, la situación dista mucho de parecerse a ninguno de esos años en que la bolsa japonesa mostraba la intensidad de la crisis en que se hallaba sumida la economía del país. En este momento todo apunta a que Japón ha encontrado por fin la senda del crecimiento, aunque un dato negativo de pedidos de máquinas herramienta la semana pasada hiciera tambalearse la fe en que esta vez no se trata de una de tantas en que parecía, equivocadamente, salir del estancamiento.

Lo que es verdad es que la Bolsa de Tokio está reaccionando con mayor virulencia a las malas noticias de la subida del precio del crudo, algo que parece normal si se tiene en cuenta la tradicional dependencia del exterior que Japón ha tenido siempre en cuanto a aprovisionamiento de energía.

Con todo, es normal que la Bolsa de Tokio se resista a subidas adicionales, tras un proceso de revalorización del 60% desde mínimos.