Preparados, listos, ¡ya!

Atos Origin aloja en Barcelona una réplica exacta de los sistemas de información de los Juegos Olímpicos de Atenas por seguridad

Barcelona será este año la sede de los Juegos Olímpicos, al menos de manera virtual. Atos Origin cuenta con un equipo de 3.400 personas instaladas en Atenas para gestionar la puesta en marcha de estos Juegos, pero a pesar de la distancia Barcelona tiene un papel fundamental al alojar una réplica exacta de los sistemas de información, de modo que si hay algún problema en Grecia, se solventará desde España

La Ciudad Condal unió su destino al de los Juegos Olímpicos en el momento que Antonio Barrera de Irima, entonces director de Sema Group, firmó un contrato con el ex presidente del COI, Antonio Samaranch, por el que se hacía cargo de los sistemas de información para las olimpiadas de 2002 hasta 2008.

En enero de este año, Atos Origin heredó el mayor contrato deportivo del sector informático al comprar la nueva Sema, que había sido absorbida por Schlumberger. A pesar de este cambio de marcas, los Juegos siempre se quedaron en manos del equipo español instalado en Barcelona, que ya ha organizado los juegos de invierno de Salt Lake City y ahora se enfrenta a su mayor reto en Atenas.

Atos Origin se juega tanto este agosto como cualquier deportista de elite. La preparación de unos juegos supone un trabajo de años con una dedicación plena y cualquier fallo en esos 16 días puede ser fatal para su imagen. 'Unos JJ OO dan tal visibilidad a la marca que se trabaja con mucha presión. No se puede fallar', asegura Claude Philipps, jefe de integración tecnológica de Atos Origin. Su objetivo prioritario es pasar unos juegos 'muy aburridos', no quiere que haya nada que se salga de lo previsto. Aunque esta va a ser una meta difícil de cumplir.

Actualmente, se están acometiendo las últimas pruebas en las que se han simulado un total de 5.000 casos en situaciones normales y accidentadas, y que suman un total de 200.000 horas, durante las que se han detectado 10.000 defectos.

Atos Origin, además de integrar toda la informática -incluida la de terceras partes como Swach en la medición de los tiempos o Samsung en las comunicaciones inalámbricas-, se encarga de dos grandes áreas.

La primera, los sistemas de gestión de los juegos, que incluyen las acreditaciones (hay 200.000 personas acreditadas sólo del personal de la organización), el control de llegadas y salidas de deportistas y VIPS, la gestión del alojamiento, el protocolo a seguir con cada invitado y el transporte hacia las instalaciones deportivas, hoteles o aeropuertos.

La segunda gran área es la difusión de información, que en resumen, es llevar en tiempo real los resultados de las pruebas a los medios de comunicación y jueces. Este sistema es igual de crítico. 'No le puedes pedir a un atleta que repita su prueba porque no has medido bien el tiempo', bromea Philipps.

Atos Origin recoge los resultados -ya sean tiempos o notas de los jueces- con tres sistemas distintos para que no haya errores ni se pierda información y además pueda cotejarse en caso de dudas. Cada prueba tiene un centro de control que gestiona la recogida y difusión de estos datos, que en 0,3 segundos se envían a los medios. Todo está controlado por un sistema central, que copia los datos, y les da forma para enviar gráficos para televisión, medias o comparativas con los anteriores JJ OO.

A pesar de la gran complejidad del sistema, Philipps parece tranquilo. 'La tecnología está completamente lista', asegura.

El mayor atasco es el del tráfico

La mayoría de los estadios están listos para la competición. Lo que parece más retrasado son las obras del Complejo Olímpico donde el estadio Olímpico será cerrado por la famosa cubierta del arquitecto valenciano Santiago Calatrava.El pasado 10 de mayo comenzó a instalarse la primera parte de la cubierta que pesa alrededor de 9.000 toneladas.Los organizadores aseguran que todas las instalaciones van a estar terminadas a tiempo, y que ya está concluido el 85% del total del trabajo. Lo que parece más difícil que se solucione para el 13 de agosto es el trazado del tranvía que unía las instalaciones del interior con el puerto. Los periodistas que siguen desde Atenas la evolución de las obras creen sin duda que el mayor problema va a ser el del transporte.La cuidad quiere reservar una vía especial para el transporte público y olímpico, y además está promoviendo que los griegos se olviden del coche para trasladarse a las instalaciones deportivas. Cualquier ticket de un evento por barato que sea sirve para subirse todo el día de manera gratuita en los autobuses.

Seguridad Voluntarios Cifras

En los JJ OO de invierno de Salt Lake City se recibían 200.000 alertas diarias entre piratas y virus. En Atenas prevén recibir hasta el doble. La seguridad es una de las prioridades de estas olimpiadas, que son las primeras en la nueva era del terrorismo y Atos Origin, está trabajando para cubrir todos los frentes pues no sólo gestiona las sistemas de información, sino que además se encarga de controles de acceso con las acreditaciones. La compañía tiene duplicado todos los sistemas fuera de Atenas y en Barcelona para que no les pare ni un terremoto. En cuestiones de virus y hackers, han desarrollado un sistema de vigilancia que detecta comportamientos anormales. Las alertas se filtran para ser catalogadas en varios tipos de modo que sea fácil identificar su gravedad.De las 3.400 personas dedicadas a la gestión de los sistemas de información, más de 2.000 son voluntarios, a los que está formando Atos Origin en puestos considerados no críticos, pero importantes. Estos voluntarios se encargarán de diferentes tareas, desde instalar un ordenador a tomar datos en las pistas de las pruebas o llevar corriendo los resultados impresos (imprimirán 15 millones de documentos al día) para que sean firmados por los jueces.Las olimpiadas de Atenas 2004 suponen un gran despliegue informático que supone la instalación de 10.500 ordenadores, 450 servidores, 450 sistemas Unix, 4.000 terminales para resultados de las pruebas deportivas, 2.000 máquinas de fax y fotocopiadoras, y 2.000 impresoras. Todo para recibir a 21.500 atletas.