Realidad bursátil y percepción
Hace tiempo que los bolsistas dejaron de preocuparse por la realidad en sí para estar pendientes de la percepción de dicha realidad. Un termómetro mucho más fiable cuando se trata de tomarle la temperatura al mercado. Su fiabilidad deriva precisamente de que lo que se cuece en los parqués no tiene que ver necesariamente con lo que ocurre de puertas a fuera. Como quienes forman los precios son los operadores, es a ellos a quienes hay que escuchar.
En este sentido, se podría hablar en tiempo pasado de las subidas de tipos de interés en Estados Unidos. Los mensajes de la Fed han hecho su efecto y el mercado opera en lo que algunos llaman 'modo restrictivo', es decir, las decisiones de inversión se toman como si el dinero fuese caro. Lo que, en realidad, adelanta el efecto de este dinero caro y le hace parte del trabajo a los banqueros centrales.
Pero no sólo ocurre con los tipos. Ayer asesinaron con un coche bomba a un miembro del Gobierno provisional iraquí fijado por Estados Unidos que, en estos momentos, ocupaba la presidencia rotatoria de esta peculiar institución. Los mercados cayeron al instante debido a la inestabilidad en la zona. No faltaba quien se preguntaba si hasta ayer por la mañana los inversores tenían la idea de Irak como una versión árabe de los cantones suizos.
La mayor parte de los problemas que ha de afrontar el mercado hoy por hoy son los mismos que hace un mes, que es cuando el Ibex 35 andaba sobre la zona de los 8.400 puntos. Se han agudizado las expectativas de un repunte inflacionista y, por tanto, de un alza de los tipos de interés. Pero las perspectivas de la economía, en líneas generales, son igualmente positivas. De igual modo, el alza del petróleo no ha sido cosa de dos días.
La razón que se oculta tras la corrección de los mercados ha de leerse en clave de psicología de mercado. De ese concepto llamado 'prima de riesgo' que no es sino una forma de denominar al optimismo o pesimismo de los inversores.
El mercado, según algunos expertos, está sobrevendido. En las últimas horas de negociación de la sesión de ayer comenzó un tímido rebote sin que, tampoco, hubiese novedades más allá de la apertura de Wall Street.