La faceta de ilustrador de libros de Matisse
El éxito de su obra pictórica fue el principal obstáculo para que la faceta como ilustrador de libros de Henri Matisse también triunfara. La sede de la Fundación La Caixa en Girona (Sèquia, 5) saca a la luz algunos de los trabajos que realizó como dibujante de libros para clásicos de la literatura francesa como Charles Baudelaire y Stéphane Mallarmé, así como para los contemporáneos Henry de Montherlant y Georges Duthuit en la exposición Matisse, los libros ilustrados.
A diferencia de otros dibujantes y pintores, como Joan Miró o Salvador Dalí, que también colaboraron con editores y escritores de su época, la tarea de Matisse no se limitaba a entregar al editor el material gráfico que creaba. El artista francés se implicaba en otras tareas de la creación del libro y se responsabilizaba de sus más mínimos detalles. Para las diferentes pruebas de ordenación de los textos y de las ilustraciones en cada una de las páginas, utilizaba las maquetas que él mismo fabricaba. Estas maquetas, además de la elección y la secuencia de textos e ilustraciones (en bocetos a lápiz o en color), también contenían instrucciones para la impresión del libro.
El abanderado del fauvismo trabajó con varias técnicas (la litografía, el aguafuerte y el linograbado) con las que buscaba trazos sencillos, casi caligráficos. El primer trabajo de Matisse como ilustrador, expuesto en la muestra, fue un encargo del editor Albert Skira, que le pidió que trabajara en una recopilación de poemas de Stéphane Mallarmé. La petición se produjo a la vuelta de Matisse de un viaje a Tahití en 1930.
Otro de los trabajos que la Fundación La Caixa da a conocer son las ilustraciones que acompañan a una edición de las cartas de amor que la monja portuguesa Marianna Alcaforado escribió en el siglo XVII. Uno de sus últimos trabajos como dibujante lo realizó en 1947 para ilustrar Les fleurs du mal, de Charles Baudelaire, del que Matisse era un gran lector. La exposición permanecerá abierta hasta el 25 de julio.
Escultor
La obra escultórica de Matisse también quedó relegada a un segundo plano. El artista francés inició sus primeros trabajos en este campo en el año 1900 con una serie de figuras masculinas en bronce, aunque su principal objeto de representación fueron imágenes femeninas.El arte africano, con el que entró en contacto después de un viaje a Marruecos en 1911, fue una de las principales influencias de su esculturas. La mayor parte de esta obra está en manos de colecciones privadas francesas.