Pelayo triplica capital en una filial para reforzar el negocio inmobiliario
La mutua Pelayo, con una fuerte presencia en los seguros de automóviles, ha reforzado su apuesta por la filial inmobiliaria Pinesa triplicando capital con el fin de aprovechar el vigente tirón del negocio. En la actividad aseguradora, la mutua quiere dar un giro al modelo tradicional de oficinas para volcarlas en la comercialización frente a la actual función de gestión de siniestros.
Después de una breve andadura de nueve meses, Pelayo -cuarta mutua de seguros del país- ha constatado la fuerte rentabilidad de la inmobiliaria que creó con Fincas Corral en marzo del año pasado, Patrimonio Inmobiliario Empresarial (Pinesa). El primer año de funcionamiento ha dado beneficios (de momento, 413.667 euros). Ahora la intención es potenciarlo aprovechando el mantenimiento del tirón inmobiliario con el fin de elevar los ingresos financieros (los complementarios al negocio asegurador).
Con este objetivo, Pelayo y su socio han triplicado el capital inicial de la filial conjunta, de 1,2 millones a 3,6 millones de euros. La ampliación, que se aprobó en marzo pasado, da mayor capacidad de negocio a Pinesa, centrada en la compraventa de pisos de segunda mano.
Frente al pronóstico de la OCDE de una 'brutal' caída en el precio de la vivienda, José Boada, presidente de Pelayo Seguros, confía en una ralentización moderada. Explica el impulso a la filial como parte de la estrategia de diversificación de las inversiones financieras de la entidad.
La mutua prevé aumentar un 18% el beneficio este año y un 34% el próximo
Tras un 2003 de reorganización interna, en el que el grupo ha duplicado el beneficio atribuido, de 4,5 millones a 10,8 millones, ha llegado el momento de dar primacía a la parte comercial. La entidad ha iniciado un plan para dar un vuelco al modelo tradicional de oficina, centrada en gran medida en la gestión de siniestros y tareas burocráticas.
Al estilo de lo que está haciendo la banca y que empiezan a hacer algunas aseguradoras, la idea de la mutua es descargar de funciones administrativas a las oficinas con el fin de 'volcarlas exclusivamente en la comercialización', explica Boada. El objetivo es captar más clientes o más productos por titular con un enfoque más pro activo. Boada cree que la remodelación puede terminar en 2005. Durante el proceso, la gestión integral de siniestros se canalizará hacia los servicios centrales.
En lo que respecta a beneficio, la mutua se ha marcado un aumento del 18% para este año y del 34% el próximo, dentro del plan trienal que acaba en 2005. En cuanto a volumen de primas (el montante de las pólizas), la previsión es llegar a 500 millones.
Pero el reto más importante que se ha propuesto la mutua Pelayo es cambiar el peso de su negocio tradicional, ahora centrado en un 87% en seguros de automóviles, para ampliar el correspondiente a los seguros de vida. Ahora suponen menos del 1% y la mutua quiere que en 2007 aporten el 20% de los ingresos. Para ello, se apoyará en la filial Mondiale Vida (compró el 50% a la matriz francesa La Mondiale en 2001).
Aunque José Boada admite que contar con esta filial puede no ser suficiente para el ambicioso objetivo que se han impuesto, descarta realizar compras a medio plazo. La vía de crecimiento en este negocio podría venir por acuerdos con bancos y cajas.
Pionera en buen gobierno
La estrategia de cambio llega en un momento en el que el sector de seguros está registrando movimientos de compras que se han convertido en una lucha de grandes por defender su cuota (Mapfre y Caifor, de La Caixa y Fortis, principalmente). En este escenario, muchas aseguradoras medianas están replanteándose la estrategia comercial para crecer y buscar su sitio.
En normativa, Pelayo se ha propuesto ser pionera. Y, de momento, ha logrado ser la primera aseguradora que aprueba un código de buen gobierno sin que tenga obligación de ello, ya que no cotiza. Las dos únicas entidades cotizadas, Mapfre y Catalana Occidente, lo han cumplido por ley. 'Creo que el paso dado por nosotros ayudará a que el resto también se una a la iniciativa', señala Boada. De hecho, había un proyecto para que todas las mutuas acordaran un código sectorial que finalmente ha quedado como una decisión individual.
Potenciar alianzas con bancos y cajasretos
Los buenos resultados obtenidos por las aseguradoras en el canal bancario están potenciando las alianzas en el sector. 'Se ha convertido en un canal fundamental no sólo para el ramo de vida, sino también para el resto', dice Boada. Pelayo, a través de su filial Munat, tiene acuerdos con más de 20 cajas (entre ellas, Caja Duero, Unicaja o Caja Granada), una cifra que seguirá incrementándose este año. 'Queremos impulsar el negocio de hogar y accidentes por esta vía'.
Pendientes del seguro de dependencia
Tal y como reclama el conjunto del sector, la tarea pendiente para el nuevo Gobierno es la de la impulsar el desarrollo del seguro de dependencia -personas que no pueden valerse por sí mismas-. 'Queda mucho por definir. Lo primordial es concretar si va a emplear un modelo mixto público y privado'. Las aseguradoras llevan tiempo reivindicando que se definan incentivos fiscales para el seguro de dependencia al igual que se hizo en su momento con los fondos.
Tranquilidad ante los requisitos de solvencia
Boada se muestra tranquilo ante la entrada en vigor de los nuevos requisitos en materia de solvencia del sector asegurador previstos a partir de 2006. 'La entrada en vigor de la normativa va para largo', dice el presidente de Pelayo. Quien confía, además, en que la regulación no suponga nuevas aportaciones de capital para las entidades españolas, que ya muestran robustos ratios de solvencia. Pide flexibilidad al regulador para aquellas entidades que ya están preparadas.