Los socios de Auna cifran sus plusvalías en 5.000 millones
Los principales propietarios de Auna -SCH, Endesa y Fenosa- trabajan para sacar la empresa a Bolsa en 2005. No obstante, han parado un minuto a hacer cuentas y calculan que las plusvalías generadas por el proyecto se acercan a los 5.000 millones. Una tentación para los más apremiados de liquidez.
Los propietarios del segundo operador de telecomunicaciones, Auna, han establecido un calendario y un plan de acción para los dos próximos ejercicios cuyo objetivo principal es sacar la compañía a Bolsa en 2005. Los principales responsables de la gestión del día a día, el presidente, Luis Alberto Salazar Simpson, y el vicepresidente y consejero delegado, Joan David Grimá, están comprometidos a obtener en el ejercicio de 2005 una cifra de negocios superior a los 4.700 millones y unos beneficios netos que sobrepasen los 150 millones.
Cada uno de los principales accionistas, no obstante, ha echado sus cuentas para descubrir que, a pesar de la lentitud del desarrollo del proyecto, a diciembre de 2003, Auna ya podía reportarle unas sustanciosas plusvalías. Según estos cálculos, ya se habrían generado una plusvalías entre 4.700 y 5.000 millones.
En el informe anual de la compañía correspondiente al pasado año, se afirma textualmente que los accionistas del grupo 'han demostrado en los últimos años su soporte financiero con aportaciones de fondos por un importe acumulado superior a los 4.000 millones de euros'.
El SCH compró un 2,5% de la operadora sobre un valor del 100% de 8.700 millones de euros
Durante las juntas de Endesa y Fenosa, celebradas a finales de marzo, los directivos de ambas eléctricas coincidieron en valorar el 100% de Auna en 9.000 millones de euros. Por su parte, el Santander Central Hispano realizó el mes pasado una operación de adquisición de una participación del 2,5% que se encontraba aparcada en el grupo ING. Según el montante de esta transacción el banco que preside Emilio Botín valora Auna en 8.700 millones.
El pastel en el horno de Grimá
El hombre fuerte de Auna, Joan David Grimá, gusta de utilizar un símil gastronómico para describir los distintos escenarios que pueden presentarse ante el segundo operador de telecos en los dos próximos años. æpermil;l es el cocinero, Auna es la vianda que se guisa en el horno y los accionistas son los comensales. Según el jefe de los fogones, el asado ya está sabroso, pero el punto perfecto de cocción sólo se alcanzará a finales de 2005, justo en la fechas previstas para la operación de salida a la Bolsa de la operadora. El cocinero Grimá se ha atrevido a estimar el valor del asado, cuando esté en su punto, por encima de los 12.000 millones.La decisión de sacar la bandeja del horno y dar cuenta del alimento se reserva siempre a los comensales. El banquete de plusvalías está asegurado a partir incluso de este momento, pero cuanto más se refrene el hambre, mejor será el resultado del festejo.Puestos a recomendar, el chef sugiere que se espere hasta 2005, que no se de cuenta de todo el plato en la salida a Bolsa y que se reserve parte del alimento para más adelante.