Unilever cambia de imagen al mismo tiempo que lanza una marca con su nombre
El gigante anglo-holandés Unilever ha decidido emular a sus grandes competidores Nestlé y Danone al introducir su propia enseña en los productos que comercializa. La mayoría de los consumidores identifica a marcas como Dove, Lux, Knorr, Findus, Iglo, Rexona, Cif o Axe, pero es incapaz de explicar lo que es Unilever, el propietario de todas ellas. No ocurre lo mismo con los productos de otras grandes multinacionales, como Bio (de Danone) o Nescafé (de Nestlé).
El grupo anglo-holandés ha dado un giro rotundo a su estrategia con el lanzamiento de un nuevo logotipo y con la incorporación paulatina del nombre Unilever a sus productos, aunque seguirá manteniendo la denominación de cada una de sus marcas.
La nueva enseña comenzará a aparecer en los envases a partir del 1 de julio e incluirá ya el logotipo que se presentó ayer. La compañía espera que su uso se haya extendido a todos los productos en 2005, año en que Unilever celebra su 75 aniversario.
Otro de los aspectos que forma parte de este cambio estratégico es que todas las compañías ligadas a la multinacional incorporarán a partir del 31 de diciembre de este año la denominación Unilever, según explicaron fuentes de la filial española.
Con esta iniciativa culmina el proceso de reducción de marcas que inició hace tres años y que le permitirá quedarse con tan sólo 400 enseñas frente a las 1.600 que poseía entonces. Esta política le ha llevado a eliminar, absorber o vender aquellas que no consideraba esenciales. Con ello se pretende concentrar y hacer más efectivos todos los esfuerzos de marketing.
En España, la multinacional se ha desprendido de marcas como Nocilla, La Masía, Frudesa o Luzil.