Tudor da por perdidos 65 millones que prestó a su matriz Exide
El grupo Tudor concedió a su matriz, Exide, créditos valorados en 65 millones de euros cuando la compañía estadounidense suspendió pagos, hace dos años. La empresa española considera que dichos préstamos no serán recuperados.
El grupo Tudor no recuperará los 65 millones de euros que prestó a su matriz, Exide Technologies, en 2002. A pesar de que la multinacional estadounidense ha logrado salir de la quiebra este mismo mes, fuentes consultadas por este diario aseguran que la empresa española ha dado ya por perdidos los créditos concedidos. Tudor, que en ocasiones anteriores mantenía que los préstamos se recuperarían cuando la matriz saliera de la quiebra, no desmintió ayer esta afirmación.
El grupo español no sólo perderá estos préstamos, sino que, según ha informado a la CNMV, además devolverá una deuda a Exide de 658.748 euros 'mediante la entrega de acciones de la autocartera'.
Exide adquirió Tudor en 1994, siguiendo una agresiva política de compras iniciada un año antes. En el año 2000 fue hallada culpable de vender baterías usadas como si fueran nuevas y obligada a pagar una multa de 31,35 millones. Dos años después la compañía suspendió pagos en Estados Unidos, acogiéndose al capítulo 11 de la ley de quiebras del país. El pasado 6 de mayo anunció la salida del capítulo 11.
En el informe de auditoría de las cuentas del año 2003 del grupo Tudor, Pricewaterhousecoopers ya ponía en duda que los créditos concedidos a dos sociedades del grupo Exide, por importes de 38,3 y 26,7 millones, fueran recuperados. 'Como consecuencia de la situación financiera del grupo Exide (...) no estamos en posición de determinar si los mencionados saldos serán total o parcialmente recuperados', decía el informe.
Sobre estas cuestiones la empresa española tendrá que dar cuenta a sus accionistas. El próximo día 3 de junio Tudor celebra junta general extraordinaria. En el orden del día figura la autorización a la entrada de la empresa 'en una nueva financiación del grupo Exide con Deutsche Bank AG New York Branch y la suscripción y formalización de determinados documentos relacionados con las mismas'.
La empresa española arrastra una deuda de 3,4 millones con Hacienda
Tudor mantiene un contencioso tributario que se remonta a 1981. Según consta en la memoria de la sociedad, 'tiene recurridas diversas actas de inspección tributaria correspondientes al impuesto de sociedades de los ejercicios 1981 y 1982'. En relación con estas actas se han sucedido las sentencias, pero Tudor ha seguido recurriendo. La deuda, según el auditor, quedaría fijada en 1,2 millones, pero con los intereses devengados se elevaría hasta 3,4 millones. La firma no ha provisionado dicho importe, lo que sugiere que seguirá recurriendo.