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Presupuestos

Maragall implanta el gravamen a la gasolina para pagar el déficit sanitario

La Generalitat aplicará a partir de agosto un gravamen de 2,4 céntimos de euro por litro sobre los carburantes para financiar el elevado déficit sanitario, medida que ha topado con el rechazo de los transportistas, la adhesión de colectivos sanitarios y que ha sido acogida con recelo por sindicatos y patronales.

La decisión del Gobierno catalán de aplicar por primera vez la capacidad normativa en materia de gravamen de carburantes, vinculada al sistema de financiación autonómica aprobado en 2001, ha sido compartida por todos los socios del tripartito, si bien ERC e ICV han considerado que debería ser una medida temporal.

El acuerdo de 2001 supuso la creación de un impuesto que gravaba la venta minorista de hidrocarburos con 2,4 céntimos de euro por litro para financiar la mejora de las prestaciones sanitarias y abrió la posibilidad de que las regiones pudieran aplicar otro gravamen de idéntica cuantía, haciendo uso del tramo autonómico del impuesto. El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, dijo ayer que el gravamen ayudará a 'pagar las facturas', aunque serán necesarias otras fuentes de recursos que deben partir del Ejecutivo central.

El consejero jefe, Josep Bargalló, explicó que es una medida que el Parlament debería aprobar de manera urgente como consecuencia de las malas condiciones en las que el tripartito se ha encontrado la Hacienda catalana.

Por su parte, el consejero de Economía, Antoni Castells, reprochó a CiU no haberla implantado en su día y ha avanzado que los Presupuestos de 2005 contarán con nuevas medidas para paliar el déficit sanitario.

El sindicato Médicos de Cataluña mostró su conformidad con el gravamen siempre que 'se explique bien a la ciudadanía', mientras que la Unión Catalana de Hospitales recordó que es una medida que ya reclamó en la legislatura anterior.

CC OO de Cataluña consideró que es una medida 'inapropiada' para cubrir el déficit sanitario acumulado, de unos 3.000 millones de euros, y UGT advirtió que podría suponer un incremento del IPC que afectaría también a los Presupuestos de la Generalitat. Unió de Pagesos solicitó que el gasóleo agrícola esté exento de este gravamen.

La patronal Fomento del Trabajo mostró su preocupación por la medida, ya que puede 'agravar' las presiones inflacionistas coincidiendo con la actual coyuntura de aumento del precio del barril del petróleo, opinión que también comparte la patronal Pimec-Sefes y la Cámara de Comercio de Barcelona.

El presidente del grupo parlamentario de CiU, Artur Mas, criticó que 'la primera decisión económica del Gobierno sea subir los impuestos'. Con Cataluña son ya cuatro las comunidades autónomas que han decidido aplicar este recargo: Madrid, Galicia y Asturias.

Los transportistas anuncian protestas

El presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Transportistas de Cataluña, Evaristo Magaña, anunció ayer que el sector llevará a cabo movilizaciones para protestar contra la decisión de la Generalitat de gravar la gasolina y el gasóleo con 2,4 céntimos de euro por litro para financiar el elevado déficit sanitario.Por su parte, el consejero de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañe, advirtió de que no habrá excepciones para los transportistas ni otros colectivos afectados por la subida impositiva aunque se mostró dispuesto a dialogar para discutir su situación. Entretanto, los carburantes continúan registrando sus máximos históricos debido al encarecimiento del crudo. Los precios medios han aumentado casi dos céntimos por litro en sólo una semana. La sin plomo alcanza ya los 96 céntimos y el gasóleo, los 80.

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