La tentación de echar un sueñecito en la oficina
En más de una empresa algún despacho se cierra sospechosamente unos minutos tras la hora del almuerzo. 'Nada de llamadas. Está reunido', advierten sus colaboradores. Para los que carecen de despacho, echar una cabezadita resulta algo menos discreto. Es una tentación y es un riesgo. Y, sin embargo, ocurre.
Así, según una encuesta elaborada por la web de ofertas de trabajo Monster.com, uno de cada cinco españoles cede a esa tentación y se duerme plácidamente en la oficina. El lugar parece ser lo de menos. Un 11% de los encuestados confiesa dormitar en su escritorio convenientemente oculto tras su ordenador. Existe otro 4% que aprovecha las largas reuniones de trabajo para sumirse en un sueño reparador. Y un 5% se retira discretamente y hace uso del cuarto de baño de la compañía.
Por contra, el 35% de los preguntados declara que resiste al sueño, aunque matiza que a veces mantenerse despierto 'le supone un gran desafío', mientras que el 43% restante afirma categóricamente que 'nunca' duerme mientras trabaja.
Las cosas no son muy diferentes en otros países. De acuerdo a las respuestas de los 21.000 trabajadores consultados por Monster, uno de cada cuatro europeos duerme en su centro de trabajo. Los irlandeses y los británicos están a la cabeza, con un 40% y un 35% de respuestas afirmativas, respectivamente. Los lugares también aquí son variados. Un 8% de los suecos encuestados reconoce que se duerme en el escritorio. Y un 7% de los franceses, en el cuarto de baño. En el extremo opuesto, un abrumador 82% de italianos niega tajantemente dormitar en horario laboral.
Al margen de porcentajes, los factores que explican estas conductas son comunes. Las largas jornadas laborales, las tareas monótonas, las reuniones eternas, los ambientes cargados y el cansancio visual que provocan los ordenadores son, según los expertos, las principales fuentes de somnolencia. Para Pedro García-Cano, director general de Monster, 'los jefes deberían sugerir a los trabajadores que tomen pequeños descansos a lo largo de la jornada y hacer un seguimiento de las tareas que llevan a cabo sus empleados'.
En caso de no contar con esa complicidad empresarial, dormirse en el trabajo puede traer consecuencias funestas si se convierte en un práctica habitual. 'Dormirse en el trabajo alguna vez no es causa de despido. Dormirse con cierta frecuencia sí podría llegar a considerarse como tal', señala Cecilia Lacarra, abogada del bufete Sagardoy. Lo cierto es que algunos convenios colectivos de empresas incluyen entre las faltas graves el dormirse durante el horario laboral, especialmente en aquellas compañías donde la atención extrema en el trabajo es prioritaria.
El tema, en cualquier caso, no es nuevo. Hace unos años un estudio de la Universidad de Regensburg, en Alemania, rompió con el mito del alemán rígido y estricto al revelar que el 22% de la población alemana dormitaba en horario laboral. En la misma línea, la ciudad de Vechta, al suroeste de Hamburgo, decidió autorizar a sus funcionarios a dormir 20 minutos de siesta diaria.
Combatir el sueño
l Tome aire fresco. Los ambientes cargados y el ordenador provocan sueño. Escápese unos minutos de la oficina un par de veces al día y tome el aire en la calle.l Ingiera proteínas. Las carnes y pescados en el almuerzo producen niveles estables de glucosa que combaten el cansancio.l Beba pequeñas dosis de cafeína. Al contrario de lo que se suele suponer, beber una dosis grande de café no es la mejor manera de combatir el sueño. Según un estudio que acaba de publicar el Centro de Trastornos del Sueño en el Centro Médico Universitario Rush de Chicago, beber pequeñas dosis de café a lo largo del día es mucho más eficaz para luchar contra la somnolencia.l Escuche música. Las tareas repetitivos provocan sueño. Trabaje con música.