Nuevos sabores para conocer el mundo
Es el plato fuerte del Fórum. La gastronomía también puede ser un vehículo para difundir la diversidad cultural. Así opinan los organizadores del evento, que han plagado la oferta culinaria del recinto Fórum de platos de exótica procedencia. Ingredientes y combinaciones de sabores mayoritariamente extraños para los seguidores de las bondades de la dieta mediterránea, pero que quieren hacerse un hueco en las costumbres alimentarias de Occidente. Las paradas, un total de 32 puntos distribuidos por todo el recinto en las que se ofrecen entrantes, bebidas y postres, son omnipresentes.
Ensaladas de pepino con yogur, guacamole con nachos, quiche lorraine, empanada criolla y arroz cantonés son sólo algunas de las 150 especialidades con las que puede hacerse el visitante. Los precios oscilan entre los tres y cuatro euros para los entrantes y entre uno y dos euros para las bebidas. Los visitantes pueden descubrir curiosidades sobre los alimentos que están a la venta en estos puntos a través de unos panales explicativos, en los que se habla del origen geográfico del producto o de su aportación calórica.
La oferta más asequible se concreta en los quioscos, una selección de comida rápida formada por pizzas y bocadillos. El fast food más globalizado, la hamburguesa, no tiene cabida. Para aquellos visitantes para los que la comida es todo un ritual, el recinto dispone de cuatro restaurantes junto al puerto. Platos típicos más elaborados, que conllevan un desembolso entre los 15 y 20 euros por persona (dos platos y postre). Balcó de Mar, ofrece recetas sencillas, en las que se mezclan ingredientes de cocinas distintas. Hummus con pan árabe y dátiles de Túnez, gulash de ternera al estilo de Sant Petersburgo, salmón de los fiordos a la brasa con verduras y para golosos, un carpaccio de frutas tropicales.
También juega con la experimentación que supone unir en su carta recetas de distintas culturas, Pòrtic. De fuerte influencia asiática, destacan en su carta las verduras con sésamo y tofu, sushi variado, sopa de pepino y melón y ternera teriyaki con berenjena especiada. La cocina típica catalana, tiene su hueco en Cubik, mientras que los que prefieran el tapeo, Blau Cel supone una parada obligatoria. Una oferta para dar servicio a los 12.000 comensales que se esperan en hora punta y a los que se les ha prohibido, por el momento, la entrada de comida al recinto.
Los adictos al chocolate o al café o los amantes de los buenos caldos, tienen cabida en los Universo, lugares para probar las recetas más experimentales creadas entorno a estos ingredientes.
Visitantes aprendices de cocinero
Los visitantes con vocación de cocinero pueden aprender a preparar platos hasta ahora sólo presentes en las cartas de los restaurantes más exóticos. El escenario central de la Plaza de la Haima en el recinto acogerá diariamente las sesiones Cocinas de la Diversidad. En ellas intervendrán diversos maestros de los fogones que explicarán al público las técnicas que emplean para preparar sus platos. Esta semana le ha tocado el turno a Touradj Shams, un especialista en cocina persa y a Josep María Kao, en china.Ambos comentarán con el público las propiedades del arroz y les prepararán dos recetas. El Zereshk polo, un arroz típico iraní en el que se mezclan pasas, pollo y pistachos, y el arroz cantonés, más conocido como tres delicias para el público y que contiene gambas, tortilla y cebollas.Los rituales que intervienen en la preparación de los platos y las supersticiones que tienen algunas culturas a la hora de cocinar también se darán a conocer en estas clases. Al margen de aprender, el público también podrá degustar al momento los platos preparados. Las sesiones también acogerán a maestros de los fogones nacionales, como Ferran Adrià o Carles Gaig, que compartirán sus secretos con los visitantes.