Manos a la obra, que toca vender
Hay mañanas en las que conviene armarse de paciencia cuando toca explicar a amigos y compañeros qué demonios pasa en la Bolsa. Ayer era, sin duda, una de ellas. Los mercados registraban pérdidas abultadas. ¿Por qué?, preguntaba el curioso. Porque la etapa del dinero barato se ha acabado. Sí, pero se había acabado también el pasado jueves. Y el pasado viernes. Y ayer no había ni un solo dato adicional que diese más verosimilitud a un alza de tipos en la reunión de, por ejemplo, el mes de junio. Más bien al contrario, toda vez que los precios del petróleo se relajaban de forma moderada en los mercados de materias primas.
Los llamados niveles técnicos o cotas psicológicas son lo más socorrido en este tipo de apuros. Decir que el Standard & Poor's ha roto la barrera de los 1.050 puntos, por ejemplo, le evita a uno el trance de explicar que la Bolsa ha tomado inercia bajista y que, aunque se hable de perspectiva de alzas en los tipos, y que poco importan las relaciones causa efecto, pues la tendencia está, de momento, predeterminada.
Esto es, en todo caso, normal. Hasta mediado el mes de febrero lo que predominaba era otro tipo de inercia, la alcista, y desde que el mercado se recuperó del 11-M, la inercia era, simplemente, horizontal. Ahora toca una corrección, y el mercado se pone manos a la obra.
Algunos analistas comentaban, después de la caída del 4,15% sufrida el 15 de marzo, que los mercados ya habían empezado a corregir varios días antes, teóricamente a raíz del mal dato de empleo del mes de febrero. Esta vez ha sido otro dato de empleo, el de abril, el que ha desatado las ventas. Pero no porque haya sido malo, sino porque ha sido demasiado bueno.
Así pues, los tipos de interés van a subir antes de lo previsto. Pues sí, es cierto. Ahora bien, a falta de esta excusa, la corrección de la Bolsa podría haber llegado en todo caso. Motivada por el alza del crudo o la llamada tensión geopolítica. Con lo cual uno no sabe a qué carta quedarse, si a la de los tipos de interés, si a la de las cotas técnicas o a ninguna de ellas.
El caso es que toca vender, y ayer la Bolsa española sufrió la mayor caída desde el 11-M. La japonesa, desde el 11-S. Triste época esta, en la que las referencias las dan masacres perpetradas por el hombre contra el hombre.