Las eléctricas prevén invertir casi 18.000 millones entre 2004 y 2007

Las compañías eléctricas integradas en Unesa prevén invertir casi 18.000 millones de euros hasta 2007 para hacer frente al crecimiento de la demanda. El presidente de la patronal, Íñigo de Oriol, dijo ayer que es 'imposible' una reducción de las tarifas eléctricas, que han bajado un 44,5% en términos reales desde 1993.

Las cinco compañías eléctricas que integran Unesa (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Cantábrico y Viego-Enel) tienen previsto invertir 17.983 millones de euros en el periodo 2004-2007 para atender el incremento de la demanda, proceder a la renovación del parque de generación y ampliar las redes de transporte y distribución de acuerdo con la planificación energética hasta 2011. De esa cifra, 8.528 millones se destinarán a la actividad en régimen ordinario; 6.471 millones, a la de transporte y distribución, y 2.984 millones, a energías renovables. Sólo en 2003, las inversiones ascendieron a 4.131 millones, un 8,6% más que el año anterior.

En la presentación de la memoria estadística correspondiente a 2003, el presidente de Unesa, Íñigo de Oriol, aseguró que para que las empresas puedan cumplir estos planes de inversión, hace falta 'que las señales económicas sean positivas, que la regulación mantenga la confianza de los inversores y que se favorezca una adecuada rentabilidad de las inversiones'. En este sentido, Oriol recordó que las tarifas eléctricas han bajado un 44,5% en términos reales desde 1993 y dijo que España es segundo el país europeo con las tarifas más baratas.

Respecto a las declaraciones realizadas la semana pasada por el ministro de Industria, José Montilla, en las que aseguró que su departamento trabajará para conseguir precios de la energía más asequibles para el consumidor, Oriol indicó que una próxima bajada de las tarifas eléctricas 'es imposible' dado el nivel de crecimiento de la economía española y si se quiere mantener la calidad del suministro. Oriol advirtió que un cambio 'no justificado' de la metodología tarifaria afectaría negativamente a las inversiones extranjeras y a la calificación de riesgo de España. El presidente de Unesa apostó por 'subidas bajas' de las tarifas en el futuro, en línea con el incremento máximo previsto del 2% anual que establece la metodología vigente.

Crecimiento

En cualquier caso, Oriol se mostró 'absolutamente' convencido de que el nuevo Gobierno será dialogante y desarrollará políticas consensuadas.

Según el balance anual de Unesa, la potencia instalada en España creció un 7% en 2003, hasta 66.438 megavatios: 51.630 MW en el régimen ordinario y el resto, en el especial. Este aumento de la potencia vino impulsado por los 1.974 MW nuevos en ciclos combinados y 1.634 MW en energía eólica.

También la producción neta de electricidad aumentó un 7% el año pasado, hasta 251.513 MW/h. El 29% se generó con carbón; el 24%, con energía nuclear; el 23% con renovables (hidroeléctrica, mayoritariamente); el 16%, con gas natural y el 8%, con fuel.

El año pasado, la demanda de electricidad creció un 6,3%, con un mercado de 25 millones de clientes, que se incrementó un 4,7%.

Las empresas de Unesa, que representan un 85% de la producción total, redujeron sus resultados un 8,8%, y una cifra de negocios de 15.639 millones, un 0,4% más. La deuda cayó un 17,3%, 18.823 millones.

En busca de posiciones compatibles sobre Kioto

El presidente de Unesa y de Iberdrola, Íñigo de Oriol, reconoció ayer que en el sector eléctrico 'no existe una posición única' sobre el Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión. Pero subrayó que las empresas 'están comprometidas en alcanzar posiciones compartidas y, sobre todo, compatibles con los intereses generales'. Oriol calificó de 'importante reto' la aplicación del Protocolo de Kioto y recalcó que la preocupación por el medio ambiente de ser compatible con 'los demás parámetros de la actividad industrial y empresarial'.En este sentido, destacó que 'desde Unesa se sigue trabajando para presentar un plan idóneo y eficaz'. En su opinión, todas las compañías tienen 'la voluntad real' de cumplir con Kioto.