40.000 kilómetros para andar
El senderismo se ha convertido en uno de los principales motores de la economía rural. España acaba de llegar a los 40.000 kilómetros registrados oficialmente. Por este itinerario discurre un caudal de negocio que va desde las señalizaciones a la restauración de monumentos, la construcción de refugios, albergues y pequeños hoteles o la habilitación de casas rurales.
Y un rosario de actividades colaterales como los centros de interpretación de la naturaleza, la promoción del ecoturismo y del laboreo o la artesanía tradicional.
Proyectos y Realizaciones Aragonesas de Montaña, Escalada y Senderismo (Prames) es un claro ejemplo de este negocio. Fundado hace 20 años por Modesto Pescau, hoy cuenta con un centenar de trabajadores y ha contribuido a la tipificación de 8.000 kilómetros de senderos (lo que ha situado a Aragón como la primera comunidad española en este campo) y al rescate de una parte sustancial del patrimonio artístico rural. Prames acaba de firmar con la CAI una aportación de 3 millones de euros para restaurar iglesias y ermitas y editar una colección de guías de las distintas comarcas aragonesas.
'El senderismo es ya una verdadera industria , pero lo más importante no es su presente, sino su magnífico futuro', señala Pascau. 'Además está ocupando a personas que, de otra forma, tendrían difícil su inserción laboral y promoviendo inversiones que fomentan el desarrollo sostenible de la comarca'.
En los primeros años, el senderismo fue considerado como la alternativa pobre de las provincias del interior. En buena parte, esta visión estaba deformada por un turismo basado exclusivamente en el atractivo de las playas . 'Hoy está ocurriendo un fenómeno muy curioso', observa Pascau. 'Las provincias costeras se están dando cuenta de que el senderismo resulta complementario para el turismo de mar y puede contribuir decisivamente a que las estancias se prolonguen notablemente'.
Aragón, Asturias, Navarra y la Andalucía interior son las regiones con mayor explotación del senderismo. En el caso andaluz, se está usando para equilibrar la desventaja con las zonas del litoral y para aprovechar las sinergias que suministran los atractivos turísticos de ambas áreas dentro de una misma comunidad autónoma.
Como detalle, la Diputación de Huesca fue la primera, hace 20 años, en concretar una modesta (en torno a los 20.000 euros) pero constante aportación a la promoción del senderismo. Y también en realizar un estudio económico, que ha demostrado que, como a un creyente bienintencionado, el futuro le ha devuelto el ciento por uno.
Flora y fauna
El negocio del senderismo está íntimamente ligado a la belleza del paisaje. El sendero ideal, dicen los expertos, es el que combina el entorno con la riqueza de su fauna y flora y una dotación asistencial (hoteles, refugios, camping) que hagan agradable el recorrido.Los trazados deben resultar accesibles, cómodos y que discurra por todos los encantos de la zona como monumentos, ríos o lagos, romerías populares. Pero también, productos gastronómicos o artesanales típicos de la comarca.