El bólido del millón de euros
Sólo 300 afortunados podrán hacerse con el Bugatti 16.4 Veyron, un deportivo extremo que será sin duda un clásico. Alguna de sus unidades, o muchas, serán dentro de unos cuantos años objeto de deseo de los coleccionistas o acapararán miradas en algún prestigioso museo de arte contemporáneo. Sus 1.001 CV le hacen único, pues no hay otro deportivo en el mercado con tal potencia. Exclusividad, potencia y diseño, todo por un millón de euros.
Muchos han sido los problemas que ha tenido que superar su desarrollo, sobre todo de tipo aerodinámico. Sin embargo, el Veyron es ya una realidad que pronto, muy pronto, llegará a manos de sus dueños. Para hacerse una idea de que automóvil se trata, basta repasar algunas de sus características: carrocería íntegramente realizada en aluminio, chasis de competición, cambio de marchas automatizado y secuencial de siete relaciones, tracción a las cuatro ruedas y estabilizador ESP. Y un motor central longitudinal W16 con cuatro turbos y 1.001 CV -parte de él, a la vista-, velocidad de 406 km/h, aceleración de 0 a 100 km/h de 3 segundos justos
Todo en este biplaza cerrado es sublime, como corresponde a la tradición de una marca que, en el primer tercio del siglo XX, causó furor entre los aficionados a los automóviles de carreras y de aquellos con bolsillos acaudalados. Basta echar un rápido vistazo al habitáculo en el que los dos únicos ocupantes se sentirán acogidos como si un guante les abrazase. Ergonomía cuidada al máximo, aluminio pulido, cuero cosido a mano de primera calidad, instrumentación inspirada en relojes clásicos, mandos del cambio de marchas duplicados en la caña de la dirección Entre otros muchos alardes, el Veyron disfruta de un gigantesco alerón trasero que se eleva automáticamente cuando se circula deprisa. Este elemento, además, varía su orientación para oficiar de aerofreno, cuando se precisa por una detención extrema. Por otra parte, sus neumáticos han sido especialmente desarrollados por Michelin, y cuentan con sistema PAX antipinchazo.
La marca deportiva sólo fabricará 300 unidades del nuevo modelo
Así pues, el Veyron se sitúa a la altura de su legado, por hablar de creaciones como los Atalante y Atlantic de los años treinta, pero sobre todo del Royale, joyas de coleccionista con precios propios de la mejor subasta en Christie's. El Veyron no defrauda en este sentido, porque aunque su tarifa final no ha sido desvelada, se especula con una cifra que debe rondar el millón de euros. Y es que la renacida Bugatti -hoy bajo el grupo germano Volkswagen- llega dispuesta a demostrar que su pasado tiene continuidad en el presente y, sobre todo, en el futuro, de la mano de automóviles llamados a ocupar posiciones emblemáticas. Sin ir más lejos, la marca prepara una superberlina, al estilo de los flamantes Rolls Royce Phantom y Maybach 57/62.