Los clásicos vuelven al Salón del Cómic
Fin de la invasión japonesa. Los héroes del manga nipón han quedado arrinconados. Después de varias ediciones siendo los reyes indiscutibles del Salón del Cómic de Barcelona (hasta el sábado en la Estación de Francia, paseo de Colón s/n), personajes como Goku de Dragonball o Akira han sido desbancados por los ídolos de siempre.
La factoría norteamericana Marvel, con personajes como Capitán América, Thor o Spiderman, siguen atrayendo tanto a los fieles del cómic como a los recién iniciados. Los clásicos españoles como Mortadelo y Filemón, Capitán Trueno o Zipi y Zape, todos ellos de Ediciones B, también encandilan a los lectores del siglo XXI. El padre de los agentes de información más famosos del país, Paco Ibáñez, y autores del momento como Mike Allred, creador del personaje Madman; Charles Burns, autor de El Club de Sangre, o Mark Waid, dibujante de X-Men, participarán en las distintas mesas redondas que la feria organiza hasta el domingo.
Si los héroes japoneses han quedado destronados, también ha perdido protagonismo el reparto de la sagas de El señor de los Anillos o de Matrix, cuyos personajes, después de dar el salto de la gran pantalla a los cómics, ya no cuentan con una legión tan extensa de seguidores. Al menos en el mundo de las viñetas, aunque sus historietas fueron las más buscadas en las tres ediciones pasadas.
La Federación de Instituciones Profesionales del Cómic, entidad organizadora del salón, se ha fijado como objetivo superar los 92.000 visitantes, el número de aficionados que acudió el pasado año a la feria. En esta ocasión, la muestra, que cuenta con un presupuesto superior a los 560.000 euros, ha incrementado su superficie de exposición en un millar de metros y supera los 8.000 metros cuadrados.
Al igual que otras piezas de coleccionista, como los sellos, el visitante debe hacer caso omiso del precio estampado en el ejemplar. Con el paso de los años, los cómics también se revalorizan. Un tebeo que costaba 20 céntimos en 1936 ahora alcanza los 150 euros. Además de punto de intercambio y compra de historietas, es un buen sitio para aprender las técnicas para convertirse en dibujante.