Aragón aplicará el recargo a la gasolina para pagar sanidad

El consejero aragonés de Economía, Eduardo Bandrés, reconoció ayer que estudia incrementar el impuesto sobre la gasolina, que si se aplica en el máximo que permite la ley podría proporcionar hasta 30 millones de euros al año, que se destinarían a financiar medidas sanitarias.

Los beneficios que proporcionaría este impuesto se destinarían a reducir las listas de espera mediante programas específicos y a inversiones en edificios, equipamientos sanitarios y la dotación de tecnología punta para determinados tratamientos o detección de algunas enfermedades.

Bandrés anuncia una reordenación de algunos impuestos cedidos y gestionados por la Comunidad autónoma como, además del de las gasolinas, la reducción para el próximo año del impuesto de sucesiones de padres a hijos y entre cónyuges, fundamentalmente viudas.

Mantener la presión

Según Bandrés, en los próximos días el Gobierno aragonés concretará el alcance de la reordenación de dichos impuestos, aunque advirtió que el objetivo no es incrementar la presión fiscal, pues se pretende que la recaudación global crezca al mismo ritmo que el producto interior bruto.

El consejero advirtió de que el gasto sanitario está teniendo un desarrollo 'muy importante' en los últimos años como consecuencia del envejecimiento de la población (el 22% es mayor de 65 años) y por la incorporación de nuevos habitantes, pues, apuntó, cada ciudadano más con tarjeta sanitaria supone 1.000 euros de gasto al año.