El mago del capital riesgo saca su gestora a Bolsa
El pasado 21 de abril, y tras meses de negociaciones, Kohlberg Kravis Roberts (KKR), el mayor fondo de capital riesgo del mundo por volumen de activos, compró el 80,5% del capital de operador de satélite Panamsat a DirectTV por 3.550 millones de dólares. Esta es una de las muchas compras que la firma fundada en 1976 por Jerome Kohlberg, Henry Kravis and George Roberts ha protagonizado en las últimas semanas. De hecho, la sociedad ha invertido más de 9.000 millones desde marzo en empresas como Dinamit Nobel, también adquirida a finales de abril.
Esta aceleración de la actividad compradora coincide con lo que se adivina como el final de los bajos tipos de interés en EE UU, y en buena parte del mundo, algo que ha permitido una mejor financiación de las compras (normalmente realizadas con una combinación de deuda y efectivo). Pero también ocurre a la vez que KKR ha decidido, junto con otras firmas similares como Apollo Investments o Blackstone Group, salir al mercado. La firma neoyorquina planea hacer una OPV valorada en 750 millones de dólares de una nueva compañía de inversión, KKR BdC (Business development Company) para tratar de conseguir financiación de inversores al por menor.
La salida a los mercados, por mucho que sea tímida a través de esta empresa, le permitirá a la compañía captar financiación en casi la mitad de tiempo que es tradicional cuando de lo que se trata es de hacerlo de instituciones o fortunas familiares (tres meses en vez de seis). KKR amplía así sus fuentes, tan exclusivas de financiación y se abre al público y a las autoridades de los mercados a quienes tendrán que detallar, al menos parcialmente, sus estados financieros además de sus movimientos significativos, algo que nunca hasta ahora había estado en los planes no ya de este fondo de capital riesgo sino del resto de sus pares que valoran iguales movimientos hacia los mercados. Con la estructura actual, los gestores de fondos de compras solo ofrecían información a sus acaudalados inversores.
En el caso de KKR esta estrategia pública es muy significativa porque va a suponer el definitivo cambio de la cultura que hizo famosa a esta gran firma que ha sido el prototipo de los excesos del Wall Street en los años de bonanza.
Ingeniería financiera de calidad
La agresividad de sus compras apalancadas en los años ochenta, tras las que latía una laboriosa ingeniería financiera y una fuente de emisión de bonos basura, les valió pasar a la historia de la literatura a través del libro 'Bárbaros a las puertas' escrito por Bryan Burrough y John Helyar, y que luego fue llevado al cine. Esta narración, se centraba en la compra hostil del conglomerado de alimentación y tabaco RJR Nabisco por 31.000 millones de dólares en una adquisición que convirtió a KKR en el símbolo de la mayor agresividad en el mundo de la inversión en EE UU. En 1989, esta firma de capital riesgo controlaba 59.000 millones de dólares en activos en 35 compañías. En aquellos tiempos, en EE UU solo los fabricantes de coches General Motors y Ford, la petrolera Exxon e IBM eran mayores que este fondo de capital riesgo que sin embargo ha estado lastrando una imagen popular de pionero en el arte de la compra de empresas a las que endeudaba y despojaba de sus mejores activos.
Pero los otrora tildados de bárbaros, ya han cambiado sus formas. Los maestros del manejo de la deuda para comprar hostilmente empresas están centrados en una estrategia de compra que a día de hoy, y desde 1976, se concreta en más de 110 transacciones en las que se ha implicado una financiación total de 118.000 millones de dólares.
KKR recoge dinero de inversores privados y lo invierte buscando mejores rentabilidades que en la Bolsa o el mercado de bonos con la compra y venta de compañías, es decir, que la firma no cierra nunca un acuerdo sin tener pensada la venta futura de la empresa.
KKR controla la gestión de estas empresas y tiene representantes en sus consejos pero es una firma de inversión y no un conglomerado de empresas ya que no hay conexiones entre unas y otras compañías que operan de forma independiente en sectores distintos y el cash flow de unas no se utiliza en la otra. Los inversores consiguen la rentabilidad que buscaban no por los beneficios que estas empresas puedan tener bajo la supervisión de este fondo de capital riesgo sino por las plusvalías obtenidas de su venta.
Dicen en su presentación que se relacionan 'con inversores pacientes' al mencionar que la media de años en los que conservan una empresa es de ocho. 'tenemos una visión a largo plazo de las empresas. Nunca nos preocupamos por su evolución trimestre a trimestre'. En su página web, KKR se describe como 'pro activos, pacientes y creativos'. Economistas como George Baker y George Smith, autores de The New Financial Capitalists, están convencidos de que esa visión a largo plazo y no la del mito de 'los bárbaros' creado en los ochenta es lo que define a esta empresa que ahora va a tener que demostrarlo con la planeada OPV.
Henry kravis Cofundador de KKR
Los inversores consiguen la rentabilidad que buscan a largo plazo, ya que no llega por los beneficios de las empresas compradas, sino por los que genera su venta
Titanes enfrentados
El portazo de Calpers ha funcionado. De nuevo. El fondo de pensiones californiano, el más grande del mundo, Calpers, ha conseguido que uno de los fundadores de KKR, George Roberts y su socio, James Greene, dejen el consejo de Safeway, la tercera mayor cadena de supermercados del mundo en la que la firma de capital riesgo no tiene participación desde 2000.Calpers, que lidera una batalla para preservar o poner en marcha la rectitud del gobierno corporativo de las empresas quiere que KKR se enfoque en su actividad de compra y deje el consejo de una compañía en la que no tiene participación. Por ello no ha dudado en asegurar que dejaría de invertir en KKR si no lo hacen. Calpers tiene unos 225 millones de dólares en dos de los fondos gestionados por la empresa de capital riesgo.Los ejecutivos de KKR se involucraron en esta cadena al invertir 129 millones en su compra en 1986. Su venta posterior les hizo ganar 7.000 millones.