La inversión extranjera en la Bolsa cae por cuarto año consecutivo
Las ventas de títulos por parte de los extranjeros siguen superando a las compras. El año pasado el saldo neto volvió a ser negativo, con 14.265 millones. En los últimos cuatros años los inversores internacionales se han deshecho de acciones por valor de 75.922 millones.
La percepción de los inversores extranjeros sobre la Bolsa española ha mejorado, pero sigue siendo débil. Según los datos recogidos por la Dirección General de Política Comercial e Inversiones Exteriores en 2003, el saldo neto de las operaciones realizadas por fondos foráneos en las Bolsas españolas es negativo, es decir, vendieron más acciones de las que compraron. El resultado neto al cierre del ejercicio fue negativo, con 14.265 millones de euros, cifra que supone un 49,40% sobre el total, el porcentaje más bajo desde 1999.
Esta tendencia se mantiene desde 2000, cuando la burbuja tecnológica provocó una hecatombe financiera a escala mundial. Desde entonces y hasta 2003 los inversores extranjeros se han desprendido de títulos de compañías que cotizan en los mercados por valor de 75.922 millones de euros.
Solamente hay dos meses en los que el balance fue positivo. Han sido febrero y septiembre, con 342 y 359 millones de euros. En el primero el Ibex obtuvo una ganancia del 0,87%, mientras que en el segundo, perdió un 5,73% como consecuencia de la agitación que se vivía en el mercado de divisas.
La contratación del capital foráneo en el mercado de Madrid alcanza el 62%
Por contra, los peores meses correspondieron a marzo y junio, con unas ventas que superaron a las compras en 2.018 y 3.193 millones, mientras que el Ibex registraba una caída del 2,15% y una subida del 5,43%, respectivamente. Marzo estuvo marcado por la guerra entre Estados Unidos e Irak, y en junio los inversores celebraron el recorte de tipos por parte de la Reserva Federal hasta el 1%.
A pesar de que el balance por parte del capital foráneo es negativo, lo cierto es que en términos de ventas la situación ha mejorado. Los años más dramáticos fueron 2001 y 2002, cuando se desprendieron de acciones por valor de 23.655 y 21.008 millones. En esos años, el Ibex cayó un 7,82% y un 28,11%.
Los inversores extranjeros siguen siendo pieza clave. A marzo de este año el 61,94% de la contratación de la Bolsa de Madrid se realizó a través de no residentes. Esta alta participación se ha mantenido en los últimos meses, siendo una situación histórica para el mercado.
La implantación del euro primero y el fuerte optimismo que levantaron los valores tecnológicos después, así como el auge del negocio de algunas empresas de peso han ido despertando poco a poco el interés de los inversores extranjeros.
La preferencia por la renta variable española ha tenido una consecuencia inmediata: un aumento en la negociación de acciones. Según anunció la semana pasada Antonio Zoido, presidente de la Bolsa de Madrid, con motivo de la junta de BMEX (Bolsas y Mercados Españoles), en 2003 se registraron más de 14 millones de operaciones de compraventa en las que se intercambiaron casi 57 millones de títulos por un importe que ascendió a los 494.346 millones. Esta cifra refleja un incremento del 12,4%.
La tendencia se mantiene este año. En el primer trimestre el volumen negociado ha subido más de un 50% en relación al mismo periodo de 2003. En términos comparativos más amplios ha supuesto récord histórico.
Después de los inversores extranjeros son las sociedades por cuenta propia las que realizan mayores operaciones en Madrid, con un 14,68%.
Crecen los activos en renta variable de las familias
Si hubiese que buscar uno de los mejores ejemplos de familiarización de la Bolsa, podría encontrarse en el mercado español. La riqueza de las familias españolas ha cambiado cualitativamente y cuantitativamente desde los años noventa. Los expertos consideran que la confianza que depositaron los inversores por la renta variable entonces ha sido imprescindible para que se produjera este cambio de percepción.Las cifras son claras. En 1994 el valor de los activos financieros en manos de las familias españolas alcanzaba los 559.613 millones de euros. Esta cuantía superaba los 1.200 millones en el primer trimestre de 2003.El inversor particular, no obstante, ha estado ojo avizor. La mejora que han experimentado los mercados en el último año ha mejorado el sentimiento, de tal forma que la renta variable se ha visto impulsada. Las plazas financieras europeas terminaron con subidas superiores al 10%. El Ibex ganó un 28,17%.Los datos de los que dispone el Banco de España, a octubre de 2003, muestran que el 25,86% de la riqueza de las familias españolas está depositada en acciones. Es el mejor dato en dos años, después de que en 2001 el porcentaje fuera del 28,43% y en 2002, del 25,08%.La crisis económica y financiera que se prolongó durante tres años terminó por minar la confianza de los mercados y la huida de los inversores fue una constante durante el periodo.Los depósitos de ahorro a largo han perdido seguidores al pasar del 31,53% al 29,76%. Los fondos de pensiones también están abriendo el apetito inversor de los particulares. Al tercer trimestre de 2003 suponía el 12,22% de sus activos financieros, frente al 11,65% anterior.