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CincoSentidos

El ahorrador flirtea con el riesgo

El ahorrador español es ahora más optimista que hace un año, se atreve a asumir más riesgos y exige información más clara. æpermil;stas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el estudio 'Estado de ánimo e inquietudes del ahorrador español', realizado por Nexo ICCS y que ha publicado el departamento de derivados de renta variable de SG.

Si de estado de ánimo se trata, todo indica que el ahorrador español se muestra más positivo, según se desprende de la encuesta, realizada entre 750 inversores en el primer trimestre del año mediante entrevistas telefónicas de unos 13 minutos de duración.

Ha cambiado la prioridad. Mientras en 2003 el ahorrador español se fijaba ante todo en que el producto le asegurara el capital invertido, en 2004 el inversor antepone la rentabilidad. Hace un año un 31% citaba la garantía como prioridad, porcentaje que ha caído al 29%, mientras los que anteponen la rentabilidad han pasado del 26% al 32%.

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Con todo, los depósitos y fondos garantizados siguen siendo el producto estrella tanto en las carteras de los clientes como en las ventanillas de las sucursales. El 63% de los encuestados reconoce que tiene contratado algún producto (fondo o depósito) que asegura el 100% del capital invertido y en el que la rentabilidad prometida depende de la evolución de un índice, una acción o una cesta de ambas. El dato no sorprende si se tiene en cuenta que en los últimos meses, dado el comportamiento que han desarrollado los mercados de valores y los bajos tipos de interés que imperan en la zona euro, las opciones para lograr atractivas rentabilidades sin riesgo eran escasas. Ante esto, bancos y cajas optaron por lanzar depósitos y fondos garantizados. Y a juzgar por las cifras de este estudio, el mercado parecía ávido de ofertas. A principios de año, el 41% tenía tres o más productos contratados, el 33% dos y el 25% uno.

El aumento en la contratación también se refleja en el número de entidades con las que un solo inversor trabaja. Un 31% es cliente de una sola entidad, un 43% opera con dos bancos o cajas y un 33% lo hace con tres o más.

Al mismo tiempo que aumenta la contratación, parece que lo hace la cultura financiera de los españoles. La mayoría de los encuestados coincide en que la motivación que le lleva a invertir es la inseguridad que siente de cara al futuro tanto en el ámbito personal como en el familiar. Además, cada vez son más los ahorradores que desean hacer un seguimiento del producto y no limitarse a esperar los resultados. El 51% mantiene esta opinión. æpermil;sta puede ser la razón por la que muchos demandan una mayor información, y de más calidad, en lo que al producto se refiere.

Tampoco las experiencias negativas parecen espantarle. Según el director del departamento de derivados de SG, José Antonio López, 'el inversor se ha dado cuenta de que apenas existen alternativas en el mercado, por lo que los productos financieros son la única vía donde colocar el excedente'. Según el estudio, el pequeño y mediano inversor dispone de entre 3.000 y 60.000 euros para invertir.

Y un aspecto curioso. El ahorrador español no valora tanto las remuneraciones en especie como las monetarias. A su juicio, los regalos desorientan y le hacen más difícil valorar la oferta. El regalo, junto a la fiscalidad, es uno de los atributos menos valorados. 'Sólo un tercio de la población diferencia un fondo de un depósito por su fiscalidad', concluye el estudio.

Lo que más valoran los inversores

A juzgar por los resultados de la encuesta, y pese a considerar que la inestabilidad de la Bolsa no se ha diluido completamente, los inversores confían en obtener una mayor ganancia en 2004. De ahí que la rentabilidad, que está ligada íntimamente a la renta variable, esté situada en el primer lugar de las prioridades del inversor.En segundo lugar está la garantía de capital. Según el estudio, este aspecto actúa como elemento de seguridad cuando hay carencia de servicio y comprensión de producto. El estudio ha detectado una disposición a disminuir el porcentaje de capital garantizado si la promesa de rentabilidad es suficientemente atractiva.La solvencia, la estabilidad y el arraigo de la entidad en el mercado continúan siendo elementos relevantes para el ahorrador. El 75% mantiene la preferencia de invertir en productos financieros gestionados por entidades en las que confía aunque ofrezcan menor rentabilidad que las desconocidas.La ausencia de claridad en la información del producto financiero provoca inseguridad. De hecho, la mayoría de los ahorradores consideran este requisito básico. ¿Pero qué entienden por claridad? Según la encuesta, significa entender inicialmente la oferta y poder realizar un seguimiento del producto contratado.Inclinarse por uno u otro plazo depende, según el estudio, de la liquidez que ofrezca el producto y de las comisiones de reembolso que aplique. Si bien el ahorrador posee objetivos a corto plazo (tres años), medio (cinco años) y largo plazo (más de siete años), opta por el más corto cuando desconoce el producto y el mercado.Las comisiones de reembolso son las más citadas por los inversores. Algunos ahorradores, de hecho, anteponen la rentabilidad y la buena gestión del producto a las comisiones. No importa tanto abonar altas tasas como que el producto les dé los resultados esperados. La tendencia de las entidades es a reducirlas sensiblemente.

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