Slim convence al juez y se hace con la brasileña Embratel
El telón ha caído y la denodada puja por hacerse con la mayor operadora de larga distancia de Brasil ya tiene un final conocido. El dueño de Telmex, Carlos Slim, es el vencedor y Telefónica y sus socias, las perdedoras.
El veredicto estuvo en manos del juez de Nueva York que vigila la suspensión de pagos de MCI, dueña de Embratel, y autora de la polémica decisión de vender a Telmex su filial brasileña, cuando la oferta del consorcio de Telefónica era más elevada. Después de un mes de tensión, de contraofertas, de críticas y de movimientos para forzar un cambio en el sentido de la decisión, el juez ha dado su visto bueno a la venta y ha validado los argumentos de MCI para elegir la propuesta menos cuantiosa.
Telmex se hará con un porcentaje de control del 52% de las acciones con derecho a voto de Embratel y lo hará por 400 millones de dólares, 150 millones menos que la oferta de Telefónica, Telecom Italia y Telemar. Aún así, el juez considera, al igual que MCI, que la propuesta hecha por tres compañías que ya operan en Brasil se enfrentaba a demasiados problemas regulatorios y que con esas prevenciones era mejor optar por lo seguro, aunque fuera menos beneficioso. No ha habido referencia alguna al compromiso del grupo competidor de garantizar cierto desembolso tanto si la compra salía adelante como si no.
Ahora ya no hay marcha atrás. Brasil tiene un nuevo competidor en telefonía fija y Telmex gestionará la red de fibra óptica de Embratel y los cinco satélites que utilizan las principales televisiones, las fuerzas armadas, los bancos y las grandes empresas del país. Este refuerzo viene a sumarse a la reciente compra de la filial de telefonía móvil de Bellsouth en Brasil, que ha supuesto un salto cualitativo para la posición de América Móvil, también propiedad de Carlos Slim. El último paso anunciado de la agresiva estrategia de crecimiento de Telmex es la oferta que ha dicho que hará a los minoritarios de Embratel.