El gobierno francés tira de Siemens para salvar a Alstom
Las crecientes dificultades financieras de Alstom y la inminencia del veredicto de Bruselas sobre el plan de ayudas aprobado en otoño por Francia han dado paso al inicio de negociaciones entre el Gobierno de Raffarin y la alemana Siemens en busca de un acuerdo industrial que permita reflotar la empresa gala.
El futuro de Alstom ya no sólo depende del gigantesco plan de recapitalización orquestado por el Gobierno francés y por varios acreedores el pasado año para evitar la quiebra del grupo. Casi un año después, el constructor de trenes de alta velocidad ha recuperado su cartera de pedidos, pero registra una preocupante carencia de fondos propios y de un accionista de referencia.
En este trance, el grupo obtuvo el martes el acuerdo de sus acreedores sobre la moratoria del pago del servicio de la deuda (1.500 millones de euros más 900 millones de deudas anteriores) hasta el 30 de septiembre.
Ahora, el Ejecutivo ya no está convencido de que el plan de salvamento -que permitiría a la compañía convertir una parte de sus obligaciones en fondos propios- sea suficiente, y reconoce que Alstom podría necesitar 'alianzas industriales', según el ministro de Economía, Nicolas Sarkozy.
El Ejecutivo galo se anticipa también a las posibles dificultades que puede encontrar en Bruselas el plan de ayudas financieras a Alstom, aprobado en otoño. La respuesta de la Comisión Europea se espera a finales de mayo.
Pese al interés del Gobierno en la entrada del grupo nuclear Areva como posible aliado de Alstom, el entorno del primer ministro reconoció haber conversado sobre la crítica situación de la compañía con el presidente del grupo alemán durante un encuentro con varios dirigentes de empresa el lunes en París.
Sin dar más detalles, el primer ministro aseguró que Siemens 'está interesado en proyectos importantes', saliendo al paso de una información del diario La Tribune, según la cual el Gobierno estudia una alianza con el grupo alemán. Pese a la reticencia del presidente de Alstom, quien aseguró ayer ' no mantener ninguna negociación', y a las señales contradictorias enviadas por el ministro de Industria, quien calificó el interés de Siemens persigue el 'desmantelamiento' del grupo francés, el Ejecutivo busca soluciones franco-alemanas que eviten la desindustrialización de ambos países.
Por su parte, Siemens, que ha criticado con contundencia el plan de salvación diseñado por el Gobierno francés, podría estar dispuesto a participar en la adquisición y el saneamiento de una parte del consorcio francés. De hecho, la firma alemana compró recientemente el negocio de turbinas de pequeña dimensión del grupo francés y ha mostrado su interés por el de las grandes turbinas.
El presidente de la firma alemana, Heinrich von Pierer, ayer en una conferencia telefónica con analistas, se limitó a decir que Siemens no quiere dar explicaciones sobre 'especulaciones', aunque tampoco desmintió directamente esta alianza.
El máximo responsable de Siemens aseguró que su empresa no presiona a nadie y que espera con paciencia una decisión de la Comisión Europea sobre subvenciones para Alstom.
La trastienda Los condicionantes de un acuerdo estratégico
Contrapartidas. El portavoz del Gobierno germano calificó de conjetura la teoría extendida ayer de que Berlín había recibido de París el visto bueno a una participación de Siemens en Alstom, como contrapartida a la OPA hostil de la farmacéutica francesa Sanofi sobre la germano-francesa Aventis.Eje franco-alemán. Los dos Gobiernos mantienen estrechas relaciones, que pueden favorecer la alianza Siemens-Alstom. Este clima se sustancia en reuniones bilaterales regulares sobre la competitividad de la industria, apoyadas por el Presidente Jacques Chirac, para quien ' son necesarios grandes campeones industriales en Europa.'Puntos débiles. La situación financiera es el principal lastre de Alstom junto con su división de energía. Siemens acaba de anunciar pérdidas trimestrales de 289 millones en su división de transporte, el punto fuerte de Alstom, debido a costes extraordinarios por problemas en sus tranvías y otros trenes.
Atentos a
Las plantilla de las dos filiales suma 7.300 empleados. El grupo alemán genera ventas de 2.100 millones en el país, mientras Alstom Transporte, con 2.015 empleados, cerró su último ejercicio con beneficios netos de 20 millones de euros.
Amplia presencia en España
Alstom y Siemens cuentan en España con dos potentes filiales que suman una plantilla total de 7.300 personas. Las actividades de Siemens abarcan redes de comunicación a componentes electrónicos y sistemas para el automóvil, tecnología ferroviaria electromedicina, energía, e iluminación. Su plantilla asciende a 5.300 personas y las ventas alcanzaron los 2.100 millones en su último ejercicio.La filial alemana cuenta con fábricas en Barcelona, Zaragoza, Madrid dedicadas a motores ferroviarios, teléfonos públicos, equipos de móviles y componentes para el automóvil.Por su parte Alstom empleaba al cierre del ejercicio 2002-2003, el ultimo disponible 2.015 personas distribuidas en sus plantas de fabricación de material ferroviario de Barcelona y Valencia, el centro de mantenimiento del AVE de Toledo y las oficinas centrales.La filial española cerró ese ejercicio con beneficios de 20 millones. Pese a esta buena marcha en España, la estrechez financiera del grupo ha condicionado su agresividad comercial en los últimos concursos, según distintas fuentes, extremo que el grupo niega.