Pomellato proyecta una cadena de joyerías para su segunda marca
La firma italiana de joyería Pomellato proyecta la creación de una nueva cadena de establecimientos para su segunda marca, Dodo, tras la experiencia piloto que se inició el año pasado en Italia con una tienda exclusiva de esta enseña.
La marca italiana Pomellato está a punto de ver cómo su hermana menor, Dodo, se convierte también en una cadena de joyerías exclusivas. El grupo, que además de contar con su propia red de locales vende en establecimientos multimarca de alta calidad, estudia la posibilidad de crear una red de tiendas para su segunda marca, Dodo, más accesible que la enseña principal, según explican fuentes de la firma en España.
El año pasado se abrió en Nápoles el primer punto de venta monomarca de esta línea más joven. La experiencia piloto está resultando muy positiva y ahora la multinacional italiana estudia extender esta iniciativa a otros países, entre los cuales figura España.
El primer local, diseñado con una imagen que sugiere naturaleza y cierto intimismo, servirá de inspiración para el posterior desarrollo de la cadena. Esta prueba piloto se ha llevado a cabo en una ciudad en la que no existe ninguna tienda exclusiva de Pomellato con el objetivo de poder analizar mejor los resultados de la iniciativa.
Además de Italia, la enseña principal está presente en 22 países donde vende sus creaciones a través de una extensa pero selecta red de distribución compuesta por joyerías de alta calidad y ubicadas en las mejores áreas comerciales.
De esta forma está en mercados tan diferentes como el alemán, el estadounidense, libanés, japonés, taiwanés, francés, austriaco o el de Emiratos Árabes Unidos. Pero también cuenta con una serie de tiendas exclusivas cuya gestión se lleva bien directamente desde Italia, bien a través de socios locales con contratos semejantes a la masterfranquicia.
En conjunto, la compañía posee un total de 19 tiendas monomarca, de las que tres están en España (una en Madrid, otra en Barcelona y una tercera en Marbella). La familia Zunzunegui, que también posee la exclusividad para el mercado español de las tiendas Armani y Beccara, entre otras, tiene un acuerdo con Pomellato para la comercialización de la marca en locales exclusivos.
El mercado español es el segundo en número de establecimientos monomarca después del italiano, donde hay un total de seis tiendas ubicadas en las calles más lujosas de Milán, Roma, Florencia, Venecia, Verona, Brescia y Capri.
El grupo italiano, constituido en 1967 como una empresa familiar y dedicado a la joyería artesana, cuenta también en España con 20 puntos de venta no exclusivos para la marca Pomellato y 21 de la segunda enseña, Dodo.
Precisamente esta línea más joven se comercializa en una red diferente a la de su hermana mayor; de hecho, mientras Pomellato está presente en un total de 22 países, Dodo sólo alcanza a 17 mercados. No obstante, esta segunda marca ha tenido un desarrollo mucho más rápido que la primera, ya que se lanzó hace ahora 10 años y desde entonces ha logrado implantarse en un buen número de mercados.
De todos modos, esta línea más juvenil y accesible cuenta siempre con la ventaja de estar en todas las tiendas exclusivas de Pomellato, donde hay un espacio dedicado a Dodo.
El grupo italiano ha intentado ofrecer desde sus inicios un concepto basado en la capacidad para conjugar exclusividad e imagen.
80 artesanos en el corazón de Milán
La compañía que fundara la familia Rabolini continúa con la sede en Milán, donde mantiene su única fábrica desde hace casi cuatro décadas. Esta planta, ubicada en el centro de la ciudad lombarda, está concebida como un taller artesano donde se producen la totalidad de las piezas tanto de Pomellato como de Dodo.En ella trabajan unos 80 artesanos sobre un total de 200 empleados que tiene la empresa, incluidos comerciales, personal administrativo y de gestión. El grupo, al frente del cual se encuentra hoy Francesco Minoli -presidente y verdadero artífice de la expansión del grupo en los últimos años-, se ha caracterizado por la fuerte personalidad de sus diseños. 'No se trata de joyas al uso, son más bien joyas prêt-à-porter que se pueden llevar a cualquier hora del día y para cualquier ocasión, desde con unos pantalones vaqueros hasta en una cena de gala', explican fuentes de la compañía. La filosofía de Dodo es la de una línea de joyas con fuerte componente onírico y jocoso. En ambos casos predominan las líneas sencillas y la presencia de gemas, en algunos casos de gran tamaño y con una atractiva gama cromática.En España la compañía cerró 2003 con una facturación de 1,5 millones de euros, un 50% más que el año anterior.