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Juan Ramón Quintás

'Las cajas estarían deshechas sin su inversión industrial'

Este gallego afable ha logrado en sus dos años de mandato que los grandes cambios normativos para el sector se hagan por consenso. Ahora hace balance

Tras la 'tormenta regulatoria' del PP vendrá la calma. O al menos eso esperan las cajas. Aunque no es descartable que el nuevo Gobierno haga cambios, pero sólo de matiz, apunta Juan Ramón Quintás, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). En esta entrevista analiza el avance de las cajas, la influencia creciente de su cartera industrial y el nuevo sistema contable, sin obviar la siempre polémica batalla con los bancos. El flamante ministro de Economía, Pedro Solbes, recibe los máximos elogios: 'es como tocarle a uno la lotería'.

Pregunta. Ha pedido 'flexibilidad' al Banco de España con las nuevas normas internacionales de contabilidad (NIC) que se aplicarán en 2005, ¿qué impacto tendrán en las cajas?

respuesta. Somos el sector mejor preparado para afrontar las nuevas normas. Lo que nos preocupa de este proceso tan costoso y complejo es que el plazo del que disponemos se esté achicando cada vez más. Por eso pedimos que se tenga en cuenta el tiempo del que vamos a disponer a la hora de exigirnos el cumplimiento exacto en los primeros meses. No me cabe la menor duda de que el Banco de España está demostrando tales dosis de sentido común que estoy seguro de que lo está pensando al mismo tiempo que lo estamos haciendo nosotros. Si las decisiones no se toman hasta octubre o diciembre, no se pueden cambiar los sistemas informáticos porque lleva tiempo. Pero creo que el objetivo del Banco de España es hacerlo en la fecha prevista. Aunque tiene capacidad para retrasarlo y flexibilizar algunas adaptaciones. Nosotros estimamos que el impacto en las cuentas de las cajas oscila en una horquilla amplia que va desde 6 a 180 millones de euros, en el peor de los casos.

'No veo peligro en que las cuotas participativas lleven a una privatización del sector. Esto sólo sería posible si alguien crea una ley para ello'

'No depender de Gobiernos regionales nos ha hecho la vida más difícil, pero también nos ha hecho más potentes'

P. Pocas cajas parecen animadas a emitir el equivalente a las acciones de los bancos, las cuotas participativas, ahora que ya hay regulación.

r. Ya lo había anticipado muchas veces. Pero es razonable. Las cajas tienen un 50% más de recursos propios de lo necesario. Por eso, las emitirán cuando lo necesiten. Hay un par de cajas que dijeron que las iban a lanzar, pero, de momento, parece que no lo van a hacer.

P. Quizá el problema es que las asambleas de las cajas ven en el instrumento una vía de privatización.

r. Las cuotas carecen de derechos políticos, aunque reconozco que puede haber en el trasfondo una preocupación sobre lo que puede derivar del derecho de los cuotapartícipes. Pero en la ley se han introducido cautelas tan fuertes que no veo ningún peligro por esa vía. Si alguien quisiera hacer una modificación de ese calibre, existiesen o no las cuotas, siempre tendría la suficiente fuerza para promulgar una ley para darles derechos políticos. En tres o cuatro años habrá emisión de cuotas y las asambleas se darán cuenta de que no pasa nada.

P. ¿Continuará la expansión de las cajas?

r. Es una vieja predicción que no se cumple nunca, pero no tardará mucho.

P. En la última asamblea de la CECA, el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, fue menos duro y obvió sus avisos sobre el límite en los grupos industriales de las cajas. ¿En qué ha cambiado de opinión?

r. Creo que el Banco de España es consciente del enorme esfuerzo que hemos estado haciendo para seguir algunos de sus consejos, como frenar la expansión de las hipotecas, y lo que supone renunciar a crecer en cuota. Hemos aumentado los filtros económicos y de valoración de inmuebles. Más no se puede hacer, y aun así crecemos al 19%. Lo que sería totalmente absurdo es cerrar las ventanillas. Pero el Banco de España también se queja de que no se crece en recursos de los ahorradores, y nosotros somos los que más crecemos. Por eso, no es cuestión de que nos dé un capón público. Los últimos mensajes creo que no los debe estar lanzando por las cajas. Pero no tengo el menor interés en pelearme con los bancos. En cuanto al grupo industrial, la idea de volver a los orígenes es totalmente compatible con las inversiones. Además, tal como están los tipos de interés, ¡pobres cajas si no hubieran invertido en activos alternativos al monetario!; estaríamos deshechas. La apuesta es razonable siempre que no sea exagerada.

P. ¿Es real la guerra que parece existir entre bancos y cajas?

r. La relación siempre ha sido muy buena. Creo que cada vez habrá más diferencias entre unas cajas y otras, y unos bancos y otros. Las cajas, además, cuentan con la ventaja de que siempre han trabajado de una forma más coherente, sistemática y permanente que sus rivales y se mueven como un acorazado. Para girar les cuesta mucho trabajo; por eso seleccionan el objetivo, se toman cierta molestia en elegir el cuerpo al que van y una vez que han llegado a este punto ponen el piloto automático en el portaaviones y allí se encaminan.

P. ¿Se deja comer terreno la banca?

r. Ya no. Lo que ocurrió a nivel mundial es que la banca apostó excesivamente por los nuevos canales y el cierre de sucursales y se sobrepasó el objetivo; el aligeramiento de redes y de empleados fue probablemente excesivo y eso fue aprovechado por las cajas.

P. ¿Ve más fusiones entre cajas?

r. Interregionales, difícil. Y regionales, las que están en marcha.

P. ¿Qué opinión le merece el nuevo ministro de Economía, Pedro Solbes?

r. Pedro Solbes, en cualquier Gobierno, es como tocarle a uno la lotería. Es un modelo de prudencia y de rigor profesional. Y un extraordinario vicepresidente económico sea cual sea el contexto político, además de un hombre con criterio y una enorme experiencia profesional. Es un lujo como ministro.

P. ¿Confía en que conceda la estabilidad regulatoria que ha pedido?

r. Creo que todos los puntos importantes para las cajas tenían el consenso de las fuerzas políticas. No descarto que pueda haber modificaciones, pero de matiz, no trascendentales. Sigue siendo importante que las normas salgan por consenso.

P. ¿Tampoco esperan sorpresas normativas de las autonomías?

r. No hay señales de ello. Nuestro deber es hacer entender a los gobiernos que el éxito de las cajas está en funcionar siempre con autonomía. No depender de los gobiernos autónomos nos ha hecho la vida mucho más difícil, pero también nos ha hecho infinitamente más eficientes y potentes.

P. ¿A quién teme más una caja, a otra caja o a un banco?

r. El gran competidor de una caja siempre es una caja. Si son tan agresivas en lo comercial y logran arrebatar cuota de mercado a la banca es porque se han preparado a fondo para competir con una caja y no con un banco.

P. ¿Cómo ve el enfrentamiento de la banca con ING Direct?

r. Su competencia no preocupa especialmente a las cajas. Sí ha habido cosas que tanto a las cajas como a los bancos les han parecido comportamientos no concordantes con la lealtad en los mercados. Pero afortunadamente la parte más incómoda de esos comportamientos ha terminado. Ahora hay que lograr un sistema en el que todos contribuyan por igual y en el que unos no se beneficien de él sin ofrecer contrapartidas.

'Ahora, unos años ganarán las cajas y otros, los bancos'

La batalla entre bancos y cajas por el negocio ha provocado ríos de tinta en los periódicos especializados y generales. Quintás rechaza que haya confrontación. Pero no puede evitar sacar pecho por el sector al que representa. Llega a decir que 'no le tienes miedo al que estás ganando', en alusión al terreno que en lo últimos años las cajas han robado a sus competidores, hasta el punto de convertirse en el 50% del sistema financiero.'Estamos en la cumbre', repite varias veces (y se le nota el orgullo al decirlo). Ahora, llegados a este nivel, en la lucha por la cuota de mercado 'unos años ganarán unas y otros, otros'.Con sutileza, quita hierro a la mejora de la eficiencia (el peso de los gastos sobre los ingresos), que es el fallo que achacan los bancos a las cajas. Y afirma que 'no me preocupa el cierto plus de coste de aquellas que mantienen oficinas no rentables en pequeños municipios aun a costa de tener peor eficiencia'.No olvida tampoco que hay que estar atentos a nuevos huecos en el mercado, como el de los inmigrantes. Y más las cajas, por su vocación social. En cuanto a las perspectivas para este año, asevera contundente que 'será mejor que el pasado, aunque no con crecimientos tan fuertes'. Las cajas crecen al 11% en el primer trimestre, tanto en beneficio como en negocio (contando sólo resultados individuales). Pero, en el entorno económico, pese a la 'clara recuperación', la CECA ha detectado que no ha repuntado 'con la fuerza que estimábamos hace tres meses'.En cuanto a la Ley Financiera que han tenido que asumir las cajas (limitó al 50% el peso político en los consejos), ha sido una 'vuelta de tuerca para aumentar la independencia de las cajas', un 'ajuste fino'.

'Los bancos empiezan a caminar en la senda correcta'

Quintás habla de la moda de la responsabilidad social.¿Cómo valora lo que están haciendo los bancos en este campo?Me parece magnífico. Creo que empiezan a caminar en la senda correcta que las cajas señalaron hace dos siglos.¿Cómo ve el futuro con estos dos grupos de entidades compitiendo por invertir en proyectos sociales?Sería bueno crear un sistema uniforme que midiera lo que hace cada uno, un observatorio de obra social. No sería mala idea que lo promoviera el nuevo Gobierno: Pero no lo vamos a pedir; no nos preocupa tanto.

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