La fórmula 1 se enfrenta a una revolución
La fórmula 1 quiere recuperar la épica de tiempos pasados, cuando era la pericia del piloto la que controlaba el coche y no la tecnología. Para mejorar el espectáculo y también reducir los elevados costes de la competición, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) está resuelta a sacar adelante un conjunto de medidas que, de salir adelante, supondría la mayor reestructuración en la historia de este deporte, que es más un circo multimillonario y un campo de pruebas para el sector.
'Creo que es el mayor número de cambios propuesto nunca', dijo a Reuters el presidente de la FIA, Max Mosley. 'Y la razón para hacerlo ahora es que creo que existe un serio problema en la fórmula 1 con la cantidad de dinero que se gasta el presupuesto anual de las escuderías más potentes supera los 250 millones de euros. Algunos de los mayores fabricantes han empezado a comprobar lo que han gastado en motores y se han quedado asombrados. Los equipos han encontrado dificultades para atraer suficientes patrocinadores para hacer frente a sus costes', afirmó. 'Hay riesgo de que empecemos a ver grandes problemas si no hacemos algo', aseguró Mosley.
Los pilotos de la escudería del grupo Fiat, Ferrari, el alemán Michael Schumacher y el brasileño Rubens Barrichello, son los dominadores de esta categoría en los últimos años. De hecho, los tres grandes premios disputados este año han tenido el mismo ganador: Schumacher. Barriquello quedó segundo en dos casos.
La propuesta más controvertida es limitar a uno los dos proveedores de neumáticos que hay en la actualidad, Michelin y Bridgestone
El interés se ha centrado, por tanto, en quién completaría el podio y, para los españoles, en qué puesto terminaría Fernando Alonso, de Renault. El gran circo del automovilismo se traslada este fin de semana de Asia a Europa, y en el Gran Premio de San Marino, que se disputará mañana domingo en el circuito de Imola, no parece que vayan a dar sorpresas.
Para que el interés no decaiga y potenciar el espectáculo, el órgano que rige la fórmula 1 quiere recuperar el protagonismo de los pilotos en detrimento de las estrategias de equipo. Con esta intención van encaminadas algunas de las propuestas, como la reintroducción de una caja de cambios completamente manual y del embrague, un paso que podría sacar a relucir el talento del piloto por encima de la tecnología. Además, la FIA quiere elevar el número de equipos participantes y, por tanto, más coches, lo que no asegura más ganadores. Mosley dijo que el primer objetivo era 'mejorar el espectáculo de las carreras sin introducir reglas forzadas'.
La propuesta que resulta más controvertida es la intención de limitar los proveedores de ruedas a uno solo, con lo que se pretende acabar con la guerra de los neumáticos, lo que forzará la salida de Michelin o de Bridgestone, que, como los fabricantes con escudería, como Mercedes, BMW, Renault o Toyota, prueban sus desarrollos en la fórmula 1.
La FIA, sin embargo, deberá enfrentarse, además de a las escuderías, a Bernie Ecclestone, verdadero dueño y señor de la fórmula 1, que no parece proclive a tales cambios. Por lo pronto Mosley prevé reunirse con los jefes de los seis equipos que han contestado a una invitación para discutir las propuestas en Mónaco el próximo 4 de mayo.