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Cava

Codorníu compite con Chandon por el mercado del cava en Argentina

Grupo Codorníu ha iniciado la producción de cava en su bodega argentina de Septima para arañar cuota de mercado al actual líder de vinos espumosos en el país andino, la francesa Chandon, que copa el 85% de las ventas.

La estrategia del grupo vitivinícola catalán en el país andino estaba dirigida hasta el momento a la producción de vinos tranquilos y vendía espumosos bajo la marca Anna de Codorníu importados de España. El director general de al filial argentina de Codorníu, Juan Jara, asegura que la compañía había tenido en mente la idea de elaborar cava en Argentina desde que en el año 2000 inició la construcción de su bodega Séptima en la ciudad de Mendoza. La devaluación del peso en 2002 y la dificultad para comercializar el cava importado impulsaron a la compañía plantearse producir en el país.

50.000 botellas

El proyecto tomó forma el pasado noviembre y ya se han producido un total de 50.000 botellas, que se comercializan bajo la marca María y cuyas ventas se dirigen al mercado doméstico. Según las previsiones de Ricard Raventós, director de la bodega, la compañía alcanzará una producción cercana a las 200.000 botellas de vino espumoso y 900.000 de tranquilos.

Durante este año, la compañía propiedad de la familia Raventós tiene previsto invertir cerca de dos millones de euros para incrementar las instalaciones de Séptima y para potenciar la producción de espumosos. La filial argentina tiene previsto entrar en beneficios en dos ejercicios. En 2003, Codorníu Argentina alcanzó una facturación de 1,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 28% respecto a 2002. El 23,5% de las ventas corresponden al mercado doméstico y el 76,5% a la exportación. Estados Unidos, Alemania, Suiza, Holanda, Canadá y Gran Bretaña son los países donde mejor acogida tienen los productos de la bodega. Magí Raventós, director financiero de Codorníu, aseguró que la actual baja cotización del peso respecto al dólar y al euro abre perspectivas de crecimiento en Estados Unidos y Europa, sobre todo Alemania y Inglaterra.

Grupo Codorníu incrementó un 7,6% su facturación en el ejercicio cerrado en 2003, pasando de los 196,59 millones de euros conseguidos en el año que finalizó en 2002 a los 211,66 millones correspondientes a 2003. El mercado exterior alcanzó los 52,76 millones, que frente a los 45,31 millones logrados en 2002, supuso un aumento del 16,4%. Los fondos propios del grupo se situaban en los 154,70 millones a 30 de marzo del año pasado, mientras que el activo total alcanzó los 382,93 millones.

Un cambio de estrategia para crecer en EE UU

Las primera previsiones para la bodega Séptima pasaron por exportar a los mercados europeos, pero la evolución del mercado ha focalizado los productos de la filial argentina en el mercado de Estados Unidos (EE UU) y Canadá. Septima exporta el 76% de la producción. La entrada de Codorníu en argentina se produjo en 1999, aprovechando la caída de los precios de las fincas rurales argentinas. El desarrollo de la bodega Séptima se está centrando en ampliar la capacidad para elaborar champán destinado al mercado interior. La devaluación de la moneda local de 2002 impidió mantener la comercialización de la marca Anna en el país americano.

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