La OCDE refuerza los principios generales de buen gobierno
Los países más industrializados del mundo han decidido renovar los principios reguladores del gobierno corporativo, en un intento por recuperar la confianza de las empresas y del mercado tras los últimos escándalos.
Los 30 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han optado por reforzar las bases de buen gobierno establecidas en 1999. 'Es necesario definir cadenas de información transparentes de forma que el consejo de administración sea responsable de sus decisiones', según Véronique Ingram, miembro del Tesoro australiano y de la OCDE.
Las nuevas reglas -no obligatorias, si bien son la referencia del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI)- otorgan mayor poder a los accionistas, que 'deben tener la posibilidad de revocar a sus administradores y participar realmente en los procesos de selección de éstos'.
La OCDE considera además necesario darles voz sobre la remuneración de los dirigentes y administradores, preconiza la protección de testigos y advierte sobre la independencia que deben practicar las agencias de calificación y de Bolsa.