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Kanwarjit Singh

'La biotecnología no cambiará el mundo en cinco años'

La biotecnología está llamada a cambiar la vida de los seres humanos en los próximos años. Amgen, con sede en California (EE UU), es la primera compañía biotecnológica del mundo gracias a la venta de proteínas modificadas genéticamente.

Kanwarjit Singh, director de planificación de los laboratorios Amgen, la primera empresa biotecnológica del mundo, es considerado uno de los mayores expertos del sector. De origen indio, estudió en la Universidad de Oxford y en escuelas de Boston y Nueva York (EE UU), donde se licenció en Físicas y en Medicina. Es representante del Consejo Americano de Medicina Interna y fichó por Amgen tras trabajar en la farmacéutica Glaxo Wellcome. Ayer ofreció una conferencia en Madrid organizada por la Fundación Santander Central Hispano bajo el título Biotecnología, drogas inteligentes.

'La biotecnología no va a cambiar el mundo en cinco años. Pero dentro de tres décadas la gente llegará a vivir 90 años de media. Eso sí va a cambiar el mundo'

Pregunta. La secuencia del genoma humano en el año 2000 disparó las expectativas de la industria biotecnológica. ¿Realmente va a cambiar el mundo como dicen?

Respuesta. El boom biotecnológico ha sido similar al tecnológico tras la aparición de Internet. Se ha exagerado mucho. La biotecnología no va a cambiar el mundo en cinco años. Pero en 30 años veremos nuevas formas de curar enfermedades. Es fácil hacer ciencia ficción, pero la gente va a llegar a vivir hasta los 90 años de media y eso va a cambiar el mundo.

P. Será que va a cambiar el primer mundo, porque en el Tercer Mundo poca gente alcanza los 90 años.

R. En un principio no, pero con el tiempo esa esperanza de vida también llegará al Tercer Mundo. La telefonía móvil, Internet también están llegando al Tercer Mundo. Poco a poco serán bienes universales.

P. La mayoría de las empresas biotecnológicas subsisten gracias a acuerdos con farmacéuticas.

R. Existen muchas semejanzas entre el sector biotecnológico y el farmacéutico. Pero también diferencias. Las grandes farmacéuticas no entendieron al principio las posibilidades de la biotecnología, se basaron más en la industria química. Cuando apareció la aspirina, sus descubridores no sabían lo que estaban buscando y no sabían sus efectos. Amgen dio con la EPO o eritropoyetina, una hormona que combate la anemia al incentivar el crecimiento de glóbulos rojos sabiendo lo que buscaba, sabiendo que era posible clonar el gen de la EPO que se encuentra en el cuerpo humano, sacarlo, modificarlo y volverlo a incluir en el cuerpo de forma más efectiva.

P. Las aplicaciones de la biotecnología van más allá de los intereses farmacéuticos. ¿Estudia Amgen la posibilidad de trabajar para otras industrias?

R. A principios de los años ochenta planeamos trabajar en conseguir, por ejemplo, un tinte para el azul de los pantalones vaqueros o conseguir enzimas que ayudasen a destruir los contaminantes de los combustibles. Pero decidimos centrarnos en curar enfermedades, fue el campo en el que conseguimos más éxito.

P. ¿Considera que existen diferencias a la hora de abordar la biotecnología en EE UU, Europa o Asia?

R. Sí, especialmente económicas. Actualmente Estados Unidos es líder en esta industria porque es capaz de atraer a los mejores especialistas. Para tener éxito en este sector es necesario invertir mucho dinero durante mucho tiempo. En Seattle (EE UU), Bill Gates ha invertido parte de su dinero en varias empresas biotecnológicas. También hay diferencias culturales, no existe un gran organismo que explique las aplicaciones de la biotecnología. Es importante educar al público sobre estos temas. Pero creo que al final será una industria global; veremos combinaciones de la biotecnología con otros sectores, como la informática.

Amgen, una excepción con beneficios

Sólo dos compañías biotecnológicas pueden considerarse hoy multinacionales independientes, los laboratorios estadounidenses Genentech y Amgen. En 2003 las ventas de Amgen crecieron un 44,41%, hasta los 8.356 millones de dólares. El año pasado logró 2.259,5 millones de beneficios, tras perder el año anterior 1.391,9 millones. Es una de las pocas empresas del sector que logra resultados positivos.En 2002 se fusionó con la biotecnológica Immunex, una operación valorada en 10.000 millones. El mes pasado adquirió el 79% que aún no controlaba de su rival Tularik, por 1.075 millones. Este año ha iniciado pruebas experimentales con cinco nuevas drogas, la mayoría contra el cáncer; cada una de ellas supondrían unas ventas anuales cercanas a los 1.000 millones de dólares.Amgen logró el éxito gracias a la comercialización de la EPO, su fármaco contra la anemia. Es la droga más vendida por la industria biotecnológica. Se trata de una proteína modificada genéticamente, lanzada en 1989, y que incrementa la producción de glóbulos rojos. Los pacientes con problemas renales, antes de ser tratados con la EPO, requerían de transfusiones de sangre. La multinacional ha ido comercializando nuevas versiones del fármaco, en parte para competir con la industria de fármacos genéricos. La EPO se convirtió en los años noventa en la droga más utilizada por los deportistas que trataron de incrementar su rendimiento acudiendo al dopaje. La compañía ha tenido que subrayar en ocasiones que el uso de este medicamento fuera de sus indicaciones puede ser peligroso.

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