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CincoSentidos

Con el termo a cuestas por la ciudad

Cuando no hay tiempo para el café, lo que no se perdona es el propio café. Parte de la postal de algunas grandes ciudades de los Estados Unidos, como Nueva York, está compuesta por ciudadanos que, agarrados a un termo en forma de inmensa taza, pasean desde casa o el deli (supermercados abiertos 24 horas) al metro, y desde luego por la oficina. Sorbo a sorbo, ya sea de té, café, caliente o frío, con o sin alcohol (cada uno bebe lo que le pide el cuerpo), se pasa el día.

La pequeña botella de agua, que durante tantos años ha sido una fiel compañera y aún lo sigue siendo en la vieja Europa, ha encontrado en el termo su sustituto. Aún más, el termo forma ya parte de la cultura diaria de los EE UU hasta el punto de que incluso el Instituto Cervantes de Nueva York ha impreso en ellos su logo como herramienta de marketing.

En el fondo, la tradición viene de antiguo. Se atribuye al físico británico James Dewar la creación en 1892 de un recipiente de cristal que cerraba un espacio donde se había hecho el vacío. Unos 10 años después, en 1903, Reinhold Burger vio las aplicaciones comerciales de la botella de Dewar, lo transformó un poco para adaptarlo al hogar y lo patentó. Para dar con un nombre comercial, Burger organizó un concurso y ganó la palabra thermos, esto es, calor en griego, y de ahí surgió una empresa que todavía existe.

Thermos, la compañía que lanzó estos productos, cumple ahora 100 años y dice estar más en forma que nunca. 'Hoy, cuando los consumidores se conciencian más a la hora de tener hábitos saludables y a la vez falta tiempo por hacerlo, Thermos permite que niños y adultos tengan comida fresca de casa', aseguran en su página web. Esta y otras empresas se han empleado a fondo en el diseño de estos recipientes que a veces parecen biberones para adultos. Según Thermos, cuatro de cada cinco americanos tienen al menos un producto de esta empresa.

Europa no permanece ajena a estas modas. En España la tendencia está siendo impulsada, entre otros, por los establecimientos Starbucks Coffee Company. Además de incitar al consumo del café fuera del local con vasos apropiados para pasear, venden termos de vistosos colores. En Alemania, el periodo de vacaciones es el momento del termo. Walter, camarero de un hotel en Punta Cana (República Dominicana), afirma: 'Los alemanes son los europeos que aquí más usan el termo. Vienen a la barra y lo mismo quieren que se lo llene de cerveza que de piña colada'. Pero la escena de alemanes agarrados a su termo también puede verse en cualquier zona costera del sur de España.

Al otro lado del Atlántico, pero algo más al sur de Nueva York, el mate ha salido a la calle gracias al termo. Según la tradición, esta bebida se toma entre fogones, cuestiones de temperatura, pero gracias a que el termo conserva intactas las propiedades del mate es muy habitual ver a argentinos y uruguayos paseando con su termo lleno de mate.

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