Shell despide también a la directora financiera por sobreestimar las reservas
La petrolera angloholandesa Shell despidió ayer a su directora financiera Judith Boynton ante la presión de los inversores tras los fuertes recortes a las reservas estimadas de petróleo y gas de la compañía.
El grupo divulgó también los resultados de una investigación interna que busca determinar por qué sus reservas fueron sobreestimadas en un 20% en un primer momento, y dijo que debía reducir sus estimaciones de reservas del 2002 y el 2003 por tercera vez y modificar sus resultados financieros.
Boynton, una estadounidense que se había convertido en la primera mujer en llegar a un cargo tan alto dentro de Shell, es la tercera baja producto de la sobreestimación de las reservas, que provocó una caída en el valor de mercado de la firma.
El presidente de la empresa, Phil Watts, y el responsable del área de exploración y producción, Walter van de Vijver, dejaron sus cargos en marzo.
Las autoridades reguladoras estadounidense lanzaron una investigación sobre el tema y varios inversores amenazaron con acudir a la justicia.
Una auditoría independiente difundida el lunes mostró que los ejecutivos desplazados escondieron a los inversores el problema con las reservas durante años.
En una nota dirigida a altos ejecutivos en septiembre del 2002, Van de Vijver describió 'la situación incómoda en que se encuentra la división de petróleo y gas'. 'El mercado sólo puede ser engañado si 1) la credibilidad de la compañía es alta 2) la renovación de la cartera a mediano y largo plazo es real y/o 3) se pueden mostrar tendencias positivas en indicadores clave', afirmaba en su nota.
Shell prometió recuperar la credibilidad e impulsar controles para evitar casos similares.
Como consecuencia de la auditoría interna, Shell dijo que revisaría sus ganancias del 2002 y el 2003. La firma estimó el impacto sobre sus ganancias netas entre el 2000 y el 2003 en unos 100 millones de dólares por año, o algo menos de uno por ciento de su beneficio neto.
La tercera petrolera del mundo sorprendió a los inversores en enero cuando reveló que sus cálculos excedieron en 20% el volumen de gas y petróleo que podría extraer de manera rentable de sus yacimientos. Luego, en marzo, volvió a reducir sus reservas estimadas.